"A eliminatoria está ao 50 por cento, por moito que diga David Ochoa"

El Pontevedra, a Dios rogando y con El Mazo dando para ascender

Los granates comienzan en el campo del Haro la final por el ascenso a Segunda B. El equipo granate busca una victoria que le facilite el trabajo en el partido de vuelta
Luisito
photo_camera Luisito

Aprender de los errores. Qué fácil de decir, qué fácil de asimilar e incluso de conseguir. Sin embargo, el aprendizaje derivado de los tropiezos no garantiza el éxito. El Pontevedra se ha centrado en reconocer sus fallos en las visitas que realizó a La Palma y a Manzanares, donde perdió los partidos de ida de sus dos anteriores eliminatorias de play-off.

Sin embargo, no hay ningún indicio que incite a pensar que el equipo granate desoyera los consejos que su derrota ante el Mensajero le dio. Al contrario, fue una lección positiva. Y en Manzanares volvió a perder. El fútbol es un deporte tan complejo que la corrección de unos defectos deja paso a la comisión de otros diferentes.

El Pontevedra y el Haro han alcanzado la final por el ascenso tras disputar sendas prórrogas en las anteriores eliminatorias

De hecho, en suelo manchego, el Pontevedra no especuló, intentó mandar, llevar la iniciativa y llegar, pero le faltó precisión y fortuna para hacer más daño a un rival que, además, se encontró con un penalti.

En su sucesión de aciertos, patinazos y contratiempos, el Pontevedra solo espera que la amalgama de ingredientes del partido que lo enfrenta al Haro esta tarde le permita llegar con ventaja al encuentro de vuelta en Pasarón, donde se decidirá el ascenso.

Antecedentes. Los dos antecedentes de la promoción granate describen dos derrotas por 1-0 en campos de césped sintético en los que el once de Luisito fue incapaz de materializar con goles su teórica superioridad ante contrincantes menos dotados.

El desencadenante de todo eso fue el sufrimiento: primero con la privación del ascenso por la vía rápida en la primera ronda y después con la necesidad de una prórroga para poder seguir con esperanzas en el cruce final.

Por eso el entrenador teense insiste en la importancia de lograr un resultado favorable, un triunfo y nada más. Nada de derrotas por la mínima, absténganse los empates, también.

El equipo granate intentará evitar las derrotas por la mínima que sufrió en La Palma y Manzanares para encarrillar la eliminatoria

El Pontevedra se encontrará esta tarde con un rival muy acostumbrado a partir como víctima ante contrarios de gran envergadura y superarlos, suspense incluido. El Haro, cuarto clasificado del modesto grupo riojano, llegó a la última estación después de batir al Caudal de Mieres y al Castellón. Ambos se fueron a casa en la tanda de penaltis. La falta de presión, la ilusión y la tranquilidad del que nada tiene que perder son el mejor aliado del bloque harense.

Su técnico, David Ochoa, ya se ha encargado de restar presión a sus jugadores, que tienen más ilusión que ambición. Eso les ha funcionado de maravilla, pero ha indignado al técnico del Pontevedra. Y es que Ochoa se metió en terreno pantanoso al describir al cuadro de Pasarón como un conjunto con futbolistas profesionales y con dedicación exclusiva, fruto de los 600.000 euros de presupuesto que maneja el Pontevedra, frente a sus hombres, casi todos con otras ocupaciones laborales -afortunados ellos en estos tiempos.

Enfado y respuesta. El desconocimiento de la realidad granate mostrado por Ochoa facilitó la respuesta de Luisito y el debate de la semana. «Os seus son traballadores. E os meus son maleantes, non te fastidia», protestó indignado el responsable del banquillo pontevedrés, con experiencia suficiente para entender las palabras de su adversario como la mirada de un cordero degollado, el victimismo del cuadro humilde que huye de la presión y se la traspasa al contrario.

El encuentro llega en medio de una dialéctica entre Ochoa y Luisito por el presupuesto del club pontevedrés

El calor será uno de los aspectos que determinará el enfrentamiento de esta tarde. Se esperan 28 grados a la hora de comienzo del partido, que suenan a anécdota teniendo en cuenta los 36 a los que se ejercitó el Pontevedra en sus dos últimas sesiones vespertinas de la semana, antes del entrenamiento matinal de ayer en Pasarón, previo a la partida del autocar que lo condujo a La Rioja.

Las dudas de Pablo Carnero, Tubo, Benja y Adrián Gómez son las principales cuestiones que deberá resolver el entrenador pontevedrés antes del enfrentamiento de hoy. Lo que sabe seguro Luisito es que no podrá echar mano de Bruno, todavía lesionado, ni de Jacobo y Kevin Presa, ambos sancionados. Ellos también viajaron a Haro. Hay que hacer piña.

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