2-2. El Pontevedra deja escapar media permanencia en Les Caleyes y se la jugará en Pasarón

El conjunto granate perdió una ventaja de 0-2 en la última media hora y acabó encajando en el añadido
16.05.2021, Villaviciosa, Asturias. 2º división B, C.D. Lealtad-Pontevedra C.F., en el campo de Les Caleyes 
Foto.: Agencia.: LOF/Aurelio Flórez
photo_camera Los jugadores del Pontevedra, frustrados. ADG MEDIA

La desgracia persigue al Pontevedra, empeñado en complicarse la vida hasta el último momento. Se lo jugará todo el cuadro granate en la última jornada y del resultado del Oviedo-Coruxo de este domingo por la tarde dependerá el tipo de combinación que le valga para lograr la permanencia en Segunda RFEF. En un partido surrealista, el PCF dejó escapar una ventaja de dos tantos conseguida a base de firmar sus mejores minutos de la segunda fase y acabó concediendo un empate en el añadido al Lealtad que deja la media permanencia que tenía ya en la mano en Les Caleyes.

Tenía muy claro el plan el Pontevedra y le salió bien desde el principio. Con Xisco como lateral derecho y Churre más Bueso en el centro de la defensa, Luisito pretendió protegerse del juego directo de la escuadra asturiana. Y a partir de ahí, crecer. Y el acierto fue máximo. Porque el bloque pontevedrés fue capaz de minimizar la producción del equipo locatario y de potenciar la suya. Ya casi en el primer minuto Rufo pudo otorgarle tranquilidad a su equipo, gracias a un pase filtrado de Jorge Fernández. El madrileño, en vez de tirar, quiso driblar al defensor pero perdió la ventaja y no pudo superar a Mateusz.

La ocasión, en vez de sembrar dudas, potenció la confianza del PCF. El equipo empezó a combinar el juego en largo hacia Rufo cada vez que recuperaba y el juego en corto en los momentos en los que tenía que llevar la iniciativa. Y encontró la fluidez, aunque con más llegadas que ocasiones. Hasta que en torno al ecuador, encontró el premio en una contra. Rufo despejó en un córner, Zabaleta encontró a Oier a la carrera y el vasco temporizó hasta encontrar la trayectoria en carrera del propio Rufo, que llegó antes que nadie al área para embocar a gol. Era el 0-1.

Pudo llegar el segundo en un balón parado que Churre remató fuera, pero poco más. El Pontevedra controlaba, más allá de dos ocasiones puntuales del Lealtad. Pero faltaba un punto más en ataque. Y lo encontró el equipo pontevedrés tras el intermedio. Mateusz le negó el segundo a Rufo con un paradón abajo. Y volvió a intentarlo al cuarto de hora, en un balón en profundidad a Jorge que el asturiano metió al corazón del área. Allí apareció Rufo para chutar, pero entre el meta y el palo evitaron el tanto en primera instancia… hasta que apareció Oier. El extremo chutó con la zurda y, llorando, la pelota acabó entrando. Quedaba media hora y con el 0-2, la victoria parecía hecha

Pero en un año surrealista, todavía quedaba un último giro de guion. Luisito retiró a Jorge Fernández y a partir de ahí, el cuadro pontevedrés perdió el balón. A eso se le unió un Lealtad que se soltó definitivamente. A ello ayudó el enésimo regalo defensivo del curso. En un centro desde la derecha, Churre no despejó y Xisco se quedó a medio camino: ni completó la acción defensiva (dejó botar el balón) y no cubrió a su par. Sandoval lo aprovechó y engatilló, solo en el segundo palo.

Quedaban unos 25 minutos. Y al Pontevedra le entró la congoja. El cuadro lerezano perdió su esencia y comenzó a acumular nervios. El 1-2 seguía en el marcador y el Lealtad no mostraba demasiados argumentos. Pero el choque pendía de un hilo, porque el equipo de la Boa Vila no era capaz de sentenciar. Tan corto era el marcador que cualquier detalle podía dejar a los de Luisito sin premio. Y acabó llegando en un córner en el minuto 91. El Lealtad acumuló gente en el área pequeña, la defensa visitante no fue capaz de despejar y Maissa enganchó el balón suelto y lo coló a gol en una chilena con la parábola tan justa como para no encontrar a ningún granate desesperado.

Era el 2-2. El tanto no valía a nadie y el Lealtad buscó el tercero, lo que dio opciones al Pontevedra en una contra final conducida por Álex. El capitán se plantó ante Mateusz, pero no definió bien y perdió la oportunidad de recuperar un botín de oro. No era el día. No es la temporada. Tocará sufrir hasta el final.

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