Distinto efecto, pero mismo ritmo

La tarde de fútbol del pasado domingo en Pasarón dejó un hecho inédito en lo que va de competición liguera: el marcador a ceros. El duelo ante el Rayo Cantabria fue el primero de toda la temporada en Segunda Federación en el que el Pontevedra no consiguió anotar gol, aunque sí mantuvo su portería a raya. Los seguidores granates no vieron ningún tanto en un encuentro en el que los locales, pese a todo, no descuidaron su fútbol tan reconocible.

Un juego que tuvo un efecto distinto al habitual. Y es que los pupilos de Yago Iglesias habían acostumbrado a ganar sus partidos en casa por goleadas. La racha se rompió ante el filial santanderino, pero consiguieron seguir sumando para mantener su condición de invictos desde la única derrota en la primera jornada. Cambio de ropas, pero no de hábitos, para un Pontevedra que tuvo oportunidades de todas las formas y colores para poder llevarse el triunfo en Pasarón. No pudo ser porque todos los goles que entraron otras jornadas se resistieron a hacerlo en la última. Los granates llevaban diez partidos consecutivos de liga anotando -nueve de esta temporada y uno de la anterior-. Como locales, además, enlazaban 16 duelos seguidos viendo portería; todo ello sin contar la Copa del Rey, que reduciría la cifra a 15 al haberse quedado de vacío ante el Mallorca (0-2).

La falta de acierto, si bien puede indicar detalles que debe mejorar el cuadro lerezano, no preocupa a su técnico. Lo dejó claro Yago Iglesias desde el primer momento: estará tranquilo siempre y cuando su equipo genere. Y este Pontevedra crea mucho peligro. Aún con una plantilla corta, el equipo fue capaz de mostrar diferentes estrategias con las que tratar de batir al rival. Se inició con un once titular que casi se recita de memoria, aprovechando a Yelko y Dalisson por dentro, con Chiqui y Ángel Bastos en los extremos. Puso en aprietos al Rayo Cantabria, pero no fue suficiente para adelantarse en el marcador. Cuando todavía restaba media hora de juego, Yago Iglesias decidió dar un cambio a su estrategia.

Charly, que vio portería en el anterior duelo en casa ante el Oviedo Vetusta, ingresó en el campo para acompañar a Rufo en la línea de ataque. Dalisson pasó a enriquecer el juego del equipo desde el extremo izquierdo, ocupando el derecho Valentín Jaichenco. Y aunque el equipo no obtuvo la recompensa del gol, sí demostró una de esas variantes con las que Yago Iglesias siempre quiere contar. Lo cierto es que pese a quedarse a cero, el Pontevedra mantiene un ritmo vertiginoso: 24 goles en diez partidos. A estas alturas el pasado curso sumaba ocho tantos a favor; y en la campaña 2021/22 eran 19, también en Segunda Federación.

Regularidad

Con hambre de más, por la insistencia y la ambición, pero con una línea que parece indicar el camino correcto hacia el objetivo final. El Pontevedra no logró ver portería ante el Rayo Cantabria, pero sí mantuvo la suya a cero -por sexta jornada- y sumó un nuevo punto. Y aunque el empate supo a poco, lo cierto es que la escuadra lerezana es la única del grupo que ha conseguido puntuar en las últimas nueve jornadas de competición. Desde la derrota ante la Gimnástica Torrelavega (1-2), el Pontevedra ha conseguido establecer una cierta regularidad que le mantiene como el equipo más estable.

De la zona de play-off, los pupilos de Yago Iglesias son los que más puntos han hecho en los últimos partidos: un total de once (tres victorias y dos empates). El líder Zamora sumó ocho (dos victorias, dos empates y una derrota), al igual que el cuarto clasificado, el Guijuelo; la segunda plaza es de un Ourense cuya dinámica es la que más se acerca a la de los granates, con diez puntos en los cinco partidos más recientes (tres victorias, un empate y una derrota). El Rayo Cantabria, quinto, lleva una victoria, dos empates y dos derrotas.