Dos décadas de héroes

[Club de Salvamento Acuático de Pontevedra]: Pedro Mariño, en posición de cuclillas, junto con varios de sus compañeros con los que constituyó el club Sapo. Este grupo de deportistas, cuyas edades no superaban en ningún caso la veintena, decidieron
photo_camera [Club de Salvamento Acuático de Pontevedra]: Pedro Mariño, en posición de cuclillas, junto con varios de sus compañeros con los que constituyó el club Sapo. Este grupo de deportistas, cuyas edades no superaban en ningún caso la veintena, decidieron

EL CLUB DE Salvamento Acuático y Socorrismo Deportivo de Pontevedra (Sapo) lleva en activo desde el año 1995, en que fue fundado por un grupo de chicos, aficionados a la natación, que empezaban a descubrir el mundo del socorrismo. Estos jovencísimos nadadores eran cinco amigos de la ciudad, de tan solo 18 años de media de edad, que encontraron en los cursos de socorrismo a los que se apuntaron un verano una excelente opción para mantenerse en forma y nadar en aguas abiertas.

Como testimonio de primera mano de la constitución del club están las impresiones de Pedro Mariño, uno de aquellos deportistas que decidieron emprender la aventura de crear este club de salvamento. Aunque ya lleva más de diez años desvinculado de la institución, recuerda con mucho cariño «aquellos tiempos en que empezamos a preguntar a todo el mundo y pedir ayuda aquí y allá, para poder redactar los estatutos del club, ya que lo nuestro era nadar».

Comenzaron su actividad simultáneamente con el Club de Inef de A Coruña, la Asociación Deportiva Sisca de Carballo y el Club de Salvamento Deportivo del Umia. Pedro explica orgulloso: «Fuimos pioneros en nuestra comunidad. Haciendo el curso de socorrismo, nos enteramos de que, fuera de Galicia, el salvamento deportivo ya tenía mucho más arraigo, hasta existían competiciones y trofeos. Sin ir más lejos, en el Cantábrico». Y añade humildemente que «no contábamos con consolidar el club, ni en nuestros mejores sueños. Empezamos con una inversión mínima, que compensamos con toda la ilusión que teníamos».

Reconocimiento

En el año 1997 fueron invitados a participar en la primera competición federada de Galicia. «La ganamos, y también el campeonato del año siguiente», continúa Mariño, «llamando la atención de los organismos oficiales, que decidieron concedernos el galardón al Mejor Club Gallego de Salvamento deportivo, premio que recibiríamos otras tres veces más».

Así, en 1999, con la llegada de los éxitos deportivos, «aumentamos el número de socios, pudimos contratar a un entrenador, Carlos Touriño y creamos la escuela», concluye.

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