El Frigoríficos del Morrazo sonríe y el Teucro llora. Los locales sellaron matemáticamente su permanencia en la Liga Asobal después de doblegar a los pontevedreses (25-24), que consumaron su descenso a falta de una jornada. El derbi vibrante se decidió en los últimos minutos, cuando Javi Díaz se agigantó en la portería local.
Empezó dominando el Frigoríficos (4-1, 7-4), explotando las paradas de su portero y su buen trabajo defensivo. El Teucro no estaba cómodo en ataque pero se sobrepuso. Y diez minutos sin marcar de los cangueses, coincidiendo con las rotaciones de Magí Serra, igualaron el choque (9-8, min.25).
Esa igualdad aceleró al Frigoríficos, demasiado nervioso en el ataque posicional. Javi Santana mantuvo el nivel en la portería del Teucro y Sergio Pérez hacía daño con sus acciones individuales. Las dudas se habían multiplicado en los locales, y su entrenador pidió tiempo muerto cuando su equipo estaba tres abajo (16-19, min.39).
La entrada del argentino Franco Gavidia, que forzó su reaparición tras la lesión de muñeca que sufrió en marzo, resultó decisiva. Con él en el centro, el Frigoríficos ganó en intensidad defensiva. Y eso ayudó a que Javi Díaz volviera a lucir. El Teucro ya no marcaba con tanta facilidad. Y dos exclusiones prácticamente seguidas lo dañaros. La igualdad volvió al electrónico (22-22). El Frigoríficos, con un gran Rubén Soliño en ataque, jugaba con el marcador, sabedor de que el empate le valía. Y a falta de cuarenta segundos el central acabó con la agonía al poner el 25-23 que aseguró la permanencia de su equipo.
