Dos pasiones contrapuestas que no dividen, solo suman para conformar una personalidad que supura madurez pese a apenas alcanzar la veintena. Son el fútbol sala y la literatura, dos facetas simbióticas en la vida de Julia. Quizá usted la conozca por Dupuy, una de las dos argentinas que fichó este verano por el Poio Pescamar. Capitana de la selección sub-20 albiceleste y ya habitual con la absoluta, Dupuy también quiere brillar como Paz, su primer apellido y el que utiliza cuando cambia el arte del balón por el de las letras.
"A mí me llama demostrar con palabras mi mirada del mundo. Hacer que el que me lea se sienta identificado, se estremezca con algo. Si solo hay información que no es artística en un texto… si no hay traducción de imágenes… Los mejores textos son visuales. Y a mí lo que me llama es traducir imágenes en palabras. Creo que la escritura no es más que eso", explica Julia Paz Dupuy (Buenos Aires, Argentina, 2000), con un acento que no ha perdido ápice de autenticidad porteña.
Y es que al igual que la pasión por el fútbol le viene de cuna argentina, Dupuy ha vivido desde siempre vinculada a la literatura gracias a su formación en colegios especializados en idiomas. Por eso, cuando le llegó la edad de decidir qué carrera estudiar, apostó por el Periodismo. "A mí lo que me gustaba era escribir. Pero no el artículo periodístico propiamente dicho, como una noticia. Aunque sí me gustaría tener mi sección (en un periódico), hablar de diferentes temas y dar mi mirada", expresa la jugadora, que tras abandonar su país para probar suerte en Italia, cambió de estudios y se apuntó a un programa formativo trianual de escritura creativa del Instituto Casa de Letras bonaerense: "Te impulsa la cretividad, a leer diferentes libros y a entregar tu propio material para debatir sobre él".
Aficionada también a la música (ha hecho sus pinitos en el rap), queda claro que Julia nació para transmitir. Sea con el balón o sea con la palabra. En la pista es una futbolista atrevida. ¿Se refleja eso en sus textos? "Soy una jugadora muy pasional, de sentir el juego. Y creo que en la escritura debe ser diferente. Hay que alejarse un poco de esa pasión, del sentimiento. O no solo hay que escribir cuando uno está inspirado, porque corrés el riesgo de escribir solo una vez en tu vida. Entonces puede ser que como jugadora y en la escritura transmita lo mismo, pero a la hora de escribir creo que hay que tomar un poco más de distancia", responde.
Así, en el equipaje de Julia no pueden faltar nunca libros ("Selva Almada y Gabriela Cabezón Cámara son mis referentes. Cuando crecí me di cuenta de que no podía ser que no conociese apenas a escritoras mujeres"), aunque las nuevas tecnologías le han ahorrado un problema: "Me regaló mi hermano un Kindle porque no me salían rentables los libros. En la valija podía meterme siete kilos de libros y me duran una semana (ríe). Sí, leo muchísimo y sé que en el mundo del deporte y entre la juventud no es tan habitual, pero no me considero rara".
Con su formación literaria recién arrancada y su carrera futbolística con muchos años por delante, Julia aspira a vivir siempre vinculada a ambas facetas. A nivel balompédico ya ha disfrutado de la selección, el sueño de cualquier argentina. Como escritora, aspira a publicar su propio libro, que ya está en gestación. Porque Julia Dupuy no podría vivir sin ser Julia Paz.
