Marko Dzockic tendrá que pasar por quirófano para poner fin a sus dolencias de rodilla que no le están permitiendo competir. El central del Teucro tendrá que someterse a una artroscopia para terminar con los problemas de menisco, los cuales arrastra desde el pasado mes de diciembre. Un contratiempo para el conjunto azul y el jugador, pero que "dentro de lo que podía ser, es lo mejor", tal y como asegura el propio Dzokic.
El central serbio se encuentra a la espera de que le den el visto bueno para pasar por el quirófano y así comenzar cuanto antes una recuperación que le tendrá fuera de escena "cuatro semanas".
Marko Dzokic comenzó con problemas en la rodilla "un poco antes de terminar la primera vuelta, en el mes de diciembre". El propio jugador teucrista asegura que "no fue ningún gesto ni nada por el estilo. Simplemente empecé a notar molestias, como un pinchazo fuerte que me deja la pierna como dormida".
Pese a que al principio el serbio fue capaz de continuar entrenando e incluso jugando, el dolor fue a más, algo que le impedía "jugar con normalidad". A partir de ese momento Dzokic asegura que "estuvimos haciendo pruebas y a partir de ahí vimos que es una parte del menisco, un trocito que tengo desplazado y por el cual voy a tener que operar, me van a hacer una artroscopia para que me lo quiten".
Estamos esperando el visto bueno. A mí como si me dicen que tengo que operarme mañana. Estoy listo y preparado
UN MES DE BAJA. El dolor le impide jugar y por eso mismo pasar por el bisturí es la mejor opción de cara a que el central azul pueda estar en el último tramo de la temporada.
"Espero poder terminar la temporada. Ahora estamos esperando a que nos den el visto bueno y poder operarme en cualquier momento", explica el jugador que añade que "como si me dicen que tengo que operarme mañana. Yo estoy listo y preparado para hacerlo".
Una vez realizada la operación, que consiste en que "entran con unos tubitos, me quitan el trocito y supongo que me la limpiarán un poco por dentro", Marko Dzokic estará a solo cuatro semanas de regresar a la pista. "Al día siguiente de la operación ya puedo salir y caminar con muletas y luego el proceso son dos semanas de reposo y otras dos de rehabilitación", explica el serbio que asegura que "al mes ya puedo empezar a competir directamente, no hay que esperar mucho más".
Dzokic está listo para pasar por el bisturí, pese a que "dolor no tengo en el día a día y camino normal" a la hora de entrenar realiza ejercicios que no le supongan un esfuerzo innecesario para evitar así el pinchazo. El propio jugador asegura que "dentro de lo que cabe es lo mejor que podía pasar" ya que la rodilla puede llegar a dar problemas mucho mayores.
Sin embargo el Teucro perderá durante, como mínimo, un mes a su timón, a su director de orquesta, un central que tendrá que sufrir desde la grada como ya hizo en O Rosal el pasado fin de semana. "Se pasa mal el hecho de ir a los entrenamientos, estar presente, verlo todo desde fuera y ver que no puedes echar una mano", explica el central teucrista que pasará por el quirófano para volver en las mejores condiciones físicas para ayudar al equipo de Irene Vilaboa a cumplir sus objetivos en el último tramo de esta importante temporada.
