El Caja Segovia apuntilla al Leis con una abultada goleada (10-0)

Demasiado castigo. Otra goleada para rubricar el descenso de categoría. Volvió a ganar el Gestesa, murió ayer el Leis Pontevedra. Un rodillo apuntilló a los muchachos de Tomás de Dios. El Caja Segovia, que no perdía en su casa desde el 1 de diciembre del  pasado año, no se anduvo con ‘chiquitas’ y abusó del colista. Triste despedida, como todas.
El inicio de la contienda sirvió para certificar que Tomás de Dios es un hombre de palabra. Durante las fechas previas al envite, el preparador salmantino aseguró que su equipo iba a ser valiente: la situación obligaba al colista a correr muchos riesgos. Así, los de la capital del Lérez optaron por actuar con portero-jugador desde el primer minuto de juego con el objetivo de manejar a su antojo las manecillas del reloj. Pese a todo, la predisposición táctica no hizo daño al tercer clasificado de la liga, que aguardó a su rival en media pista para sorprender a la contra.
Pronto sonaron las trompetas en el Pedro Delgado. La tuvo el ferrolano David, pero cruzó demasiado el esférico; replicó Miñambres en el minuto 2, aunque su ‘frivolité’ ante la media salida de Marimón se marchó fuera por muy poco. Primer aviso, prólogo a la tragedia.
El encargado de abrir la lata fue Pipe en el cinco, que superó a Marimón con una hermosa vaselina desde tres cuartos de cancha.
El tanto echó por tierra el modelo de los visitantes, que capearon el temporal como pudieron a partir de ese momento. Guga, un martillo pilón, tiró de repertorio para sonrojar a la retaguardia lerezana. Antes del segundo  del Caja Segovia, en el minuto 10, Nano Modrego estrelló la pelota contra la cruceta tras una acción de estrategia.

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