El Pontevedra vive su peregrinaje estival en busca de campos

El Pontevedra vive su peregrinaje estival en busca de campos de entrenamiento de hierba natural
Luisito, entrenador del Pontevedra CF
photo_camera Luisito, entrenador del Pontevedra CF

Luisito propone y el Pontevedra dispone. El técnico granate solicitó campos de entrenamiento de hierba natural para poder desarrollar un trabajo de calidad y el club granate le ha conseguido varias alternativas.

El cuadro pontevedrés se ha embarcado en un peregrinaje por las Rías Baixas para poder hallar destinos para desarrollar sus sesiones.

El bloque de la ciudad del Lérez comenzó el verano en Pasarón, que ha acogido dos sesiones en los diez primeros días de la precampaña.

El once pontevedrés situó en A Seca el centro de operaciones de su primera semana de trabajo. El campo de Poio es un clásico. Allí desarrolló gran parte de su preparación la plantilla lerezana el año pasado y allí ha vuelto este mes.

La pasada semana, con motivo de la celebración de las pruebas médicas que se desarrollaron en la clínica del doctor Barragáns en Lalín, los profesionales llevaron a cabo su sesión de trabajo en el Manuel Anxo Cortizo, otro lugar habitual para los futbolistas, que desarrollaron allí dos pretemporadas en los últimos años de la anterior etapa del club en Segunda B.

Mirallos, en Moraña, es uno de los pocos campos de la zona que sobreviven a la colonización del césped sintético. Allí disputará un partido amistoso el Pontevedra el próximo sábado contra el Celta B, con motivo del torneo Carneiro ao Espeto y allí se ha entrenado a principios de esta semana y lo hará hoy.

Campos entrenamiento del Pontevedra

El campo de Mosteiro-Meis es otro de los que resisten a la supremacía de la nueva superficie artifical. El Pontevedra lo visitó ayer y antes.

Mirallos, A Seca, Pasarón, el Cortizo, y Mosteiro son los escenarios de este verano pontevedrés.

Pero lo del peregrinaje no es novedad. Las diferentes plantillas granates de los últimos 15 años han tenido la trashumancia como costumbre. Además de A Xunqueira y Príncipe Felipe, los dos lugares más habituales de trabajo, el Pontevedra ha preparado varias fases de ascenso o pretemporadas a caballo entre Baltar (Portonovo), San Pedro (Vilalonga), San Pedro de Marín y A Senra de Ribadumia (antes de que los dos últimos pasasen a ser sintéticos).

Burgáns, en Cambados, es otro campo de hierba natural que acogió alguna sesión del PCF.

Y eso por no hablar de otros escenarios con superficie sintética que han recibido la visita del Pontevedra: el equipo estuvo una temporada entera a principios del siglo pasado ‘de prestado’ en Santa Mariña, mientras se rehabilitaba Príncipe Felipe. Monte da Vila u O Revel fueron otros campos recurrentes cuando el terreno de juego de la Deputación requería cuidados. Al final, ser jugador del Pontevedra es la excusa perfecta para conocer la geografía provincial.

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