La llegada del ciudarrealeño Javier Fernández Jabato el pasado verano al banquillo del Club Cisne propició no solo un cambio importante en la remodelación de la plantilla, sino que comenzó a fraguarse un estilo de juego que se adaptó a la perfección al familiar dinamismo y fluidez que caracteriza a todos los equipos de la base del conjunto pontevedrés.
El ritmo frenético en sus ofensivas es una de las características principales del conjunto cisneísta, que a lo largo de estos tres primeros meses de competición ha demostrado que en su feudo es toda una máquina de hacer goles.
Y es que como corrobora el preparador físico del primer equipo, Nano Martínez, que además se encarga de las estadísticas, «en casa hemos hecho partidos de más de 60 posesiones en ataque, que es una auténtica locura», destaca.
El partido ante el BM Nava fue uno de los más numerosos en cuanto a ataques, ya que el Cisne llegó a realizar, entre lanzamientos, errores no forzados y acciones que acabaron en siete metros, un total de 68 posesiones ofensivas en los 60 minutos de partido. Por si fuera poco el dato, al consultar el resto de encuentros disputados en casa, el bloque cisneísta tiene una media de 60 ataques por partido, con un porcentaje de acierto muy alto en los lanzamientos, lo que lo convierte en un bloque letal en su feudo. Como nota negativa, la estadística disminuye en los partidos a domicilio, en los que de media, el Cisne realiza entre 45 y 50 ataques, bastante por debajo del frenesí ofensivo realizado en cada partido de casa. Ese es el siguiente objetivo de este equipo, como explica Nano Martínez, crecerse a domicilio como lo hacen en su feudo, ya que por ganar fuera de casa pasarán muchas opciones de estar en la fase de ascenso
