Son los mejores saltadores de España y, quitando a los rusos, también de Europa, y los dos entrenan en la ciudad del Lérez junto a los técnicos del Ximnasia Pontevedra. Daniel Pérez, de 22 años, fue plata en el Campeonato de Europa de doble minitramp en categoría sénior, mientras que Yael Campelo, de 16, fue bronce en júnior, unos resultados que animan a los dos a seguir trabajando. Y es que, teniendo en cuenta las instalaciones de las que disponen estos talentos de la gimnasia, lo único que necesitan es ánimo, porque han demostrado con creces que tienen muy interiorizada la cultura del esfuerzo.
Los dos son ourensanos y se desplazan cuatro días a la semana a la capital pontevedresa para entrenar con el Ximnasia Pontevedra. Yael, más tímida, deja que Daniel explique cómo fue la experiencia en el Europeo celebrado en Guimarães (Portugal). «Fue una alegría, llevábamos tiempo buscando esos resultados tan buenos. El campeonato estuvo muy bien organizado, había bastante nivel, compitió la gente de siempre y algún novato que viene pisando fuerte», comentó.
Los dos lograron la mínima para participar en el Campeonato del Mundo, que se disputará en Florida (Estados Unidos) en noviembre, pero no tienen asegurada su participación por cuestiones presupuestarias. El presidente y entrenador del Ximnasia Pontevedra, que además es el seleccionador nacional de gimnasia acrobática, Pablo Hinójar, consiguió que la Federación Española se comprometiera verbalmente a apoyar a Daniel (la prioridad del organismo son los deportistas sénior), por lo que confía en que, al menos él, que al año pasado ya fue finalista, pueda competir en la cita intercontinental representando a España.
El deportista del Ximnasia Pontevedra estuvo el verano pasado en los World Games, equivalente a los Juegos Olímpicos para deportes no olímpicos, como es el caso del doble minitramp.
Tanto él como Yael han empezado ya a adaptar al trampolín, que sí es una modalidad olímpica, el trabajo realizado hasta ahora. Su objetivo no se centra en Río 2016, pero sí en Tokio 2020. «Tienen talento para este deporte y trabajan un montón, y a cualquier deportista le hace muchísima ilusión ir a unos Juegos, además del reconocimiento. Este es un deporte longevo, lo puedes planificar a largo plazo», explica Pablo Hinójar.
Daniel confía en acceder a algún Mundial de trampolín, aunque reconoce que todavía es pronto. En cuanto a Yael, éste es su último año en júnior, ahora pasa a sénior, por lo que el objetivo es adquirir un buen nivel para mantener su buena línea en la máxima categoría, ya que es una gimnasta con gran proyección: en los dos últimos años, salvo en el Mundial, en el que quedó cuarta, ha ganado en el resto de competiciones en las que ha estado.
Instalaciones
Daniel y Yael no tienen techo, pero el pabellón en el que entrenan sí, por eso en modalidades como trampolín se ven limitados, tanto ellos como sus compañeros de club. «No nos da la altura, en cinco o seis botes ya toco los cables (del techo), ya no puedo subir más», explica el subcampeón de Europa, que recuerda que, «a nivel de instalaciones, llevan años prometiendo un centro para todas las gimnasias, pero nada».
La mayoría de aparatos que utilizan para entrenar son prestados. El tapiz es de la Federación Gallega, que se lo cedió al club por resultados. Ahora cuenta con tres camas elásticas de la federación nacional, que las cedió porque del 25 al 29 de junio se celebrará en Pontevedra el Campeonato de España (después tendrá que devolverlas). El resto de material es del IMD.
