"El momento de decir adiós es el más difícil de toda mi carrera"

La meta pontevedresa se despidió este fin de semana del deporte al que ha estado vinculada desde los seis años, el fútbol sala. Para ella está siendo un momento difícil, pero cree que es una buena decisión ya que ha conseguido todo lo que podría lograr en su etapa deportiva. Silvia Aguete también se sincera y admite que es muy exigente consigo misma
Silvia Aguete posa para Diario de Pontevedra
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Silvia aguete es para muchos seguidores del fútbol sala una de las mejores porteras a nivel nacional en este momento. Sin embargo, tras un año increíble, la meta pontevedresa ha decidido colgar los guantes. En su opinión, es el mejor momento para hacerlo, aunque ha sido una decisión difícil de tomar. En esta entrevista, Silvia explica por qué se va y qué ha sido lo mejor para ella. También agradece al Poio Pescamar FS la oportunidad que le dio al permitirle jugar en Primera División, ya que de ahí vino su convocatoria con España.

¿Por qué llega la decisión de dejar el fútbol sala?

Este último año me estaba costando mucho ir a entrenar, jugar, los desplazamientos fuera... Cuando empieza a costarte hacer las cosas, creo que es el momento de dejarlo. Llevo jugando a fútbol sala desde que tenía seis años, aunque a este nivel en Primera División solo dos, pero ya estuve compitiendo en élite en Segunda y era la misma dinámica: entrenas toda la semana, juegas en Madrid, en Barcelona, en un montón de sitios muy lejos de tu casa. Llega un punto que todo eso te cuesta y es mejor parar.

Estando en su mejor momento, siendo una fija en la selección y logrando buenos resultados con el Poio Pescamar, sigue con la idea de dejar el deporte.

Sí, posiblemente a nivel individual fue el mejor año que tuve, pero también ir a la selección española implica un nivel de exigencia mayor. El mes del Mundial que tus compañeras están de parón, tú estás entrenando, sigues compitiendo y no te da tiempo a darte una semana de relax, como quien dice, para desconectar. Yo este año no he parado de jugar. Llega un punto en que el cuerpo y la cabeza te piden parar.

Entonces, ¿es más algo psicológico lo que le ocurre?

Puede ser. También creo que es el momento. Mucha gente dice «28 años no es nada». Pero a nivel profesional quiero centrarme un poco. Quieras que no, jugar al fútbol sala te quita mucho tiempo, al ir convocada con la selección española también en tu trabajo tienes que pedir días, pedir favores. Y claro, tienes que decidirte.

De todo el tiempo que ha jugado, ¿con qué momento se queda?

No lo sé, quizá este último año, porque ha sido increíble a nivel individual. El ir con la selección española a Costa Rica para mí fue una experiencia innolvidable. Fue dura al mismo tiempo, porque te exigen mucho, pero muy bonita. Para mí fue lo mejor de este año. A nivel colectivo, el grupo de gente espectacular que tuve a mi alrededor, unas compañeras de diez, que me han apoyado en todo desde el principio, igual que el cuerpo técnico. No tengo queja de ninguno.

¿Y el peor momento de su carrera deportiva?

¿Peor momento? Este momento fácil no está siendo. Es una decisión meditada, pero el decir adiós está siendo lo más difícil de toda mi carrera deportiva. Mucha gente no lo verá así, pero es complicado.

Mucha gente le habrá preguntado el por qué de su decisión.

Sí, porque hay mucha gente a la que le sorprende por el hecho de haber ido a la selección española y que en este momento decida dejarlo. Pero creo que es el momento idóneo, conseguí todo lo que quería desde pequeñita, que era llegar hasta donde he llegado. Creo que mejor momento que este no sería ninguno.

Cuando empezó en el mundo del fútbol sala, ¿soñaba con llegar a conseguir esto?

No me imaginaba llegar aquí. Yo siempre fui muy competitiva, desde pequeña siempre quise jugar con las mayores. Siempre quise llegar a Primera División, me costó hacerlo y en eso tengo que estarle agradecida al Poio Pescamar FS porque me dio la oportunidad de jugar en Primera. Gracias a eso pude entrar en la selección española. La verdad es que fueron dos años increíbles a nivel deportivo y personal.

Tanto en Primera como en Segunda División, los otros clubes la tenían como la mejor portera de las respectivas categorías. En su primer año en el Poio Pescamar FS, ¿le puso nerviosa en algún momento esa situación?

El primer año que llegué al Poio Pescamar siempre tenía una presión añadida por el hecho de que era mi primera temporada en Primera División, nunca había competido a ese nivel, no sabía si iba a dar la talla o no. La gente siempre se crea unas expectativas y esperas cumplirlas. Intentas no defraudar a nadie. También tenía presión porque sé lo que puedo dar y las capacidades que tengo; conmigo soy muy exigente y no me gusta defraudar a nadie. Aun así, al final salió todo de diez.

Creo que hubo un momento en ese primer año en el que el suyo fue uno de los equipos menos goleados de Primera División.

Sí, pero eso es resultado de muchas cosas, no solo paro yo. También mis compañeras están por delante peleando igual que yo.

Llegado este momento, ¿está satisfecha con todo lo que ha hecho?

Sí, estoy muy contenta, porque conseguí todo lo que quería, fue un objetivo cumplido. Llegué a Primera División y jugué con la selección española, que era algo impensable hace unos años. Estoy muy satisfecha y muy orgullosa de lo que conseguí.

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