Bajar al barro es un modo de vida en Pasarón. La afición granate busca jugadores rápidos, técnicos, habilidosos pero, sobre todo, guerreros. Deportistas que se sientan cómodos en medio de la selva, en terreno pantanoso, a los que no frenan ni la responsabilidad ni las dificultades externas. Siempre ha sido así. Es un coliseo de gladiadores, barro puro entre el que debe florecer no solo un partido, sino una plantación entera, una liga. Por eso lo que fue césped y ahora es fango no es una excusa. Los jugadores granates llevan décadas conviviendo con eso, combatiendo largos inviernos con ímpetu y sacrificio. Eso es el Pontevedra. Eso pretende seguir siendo esta tarde contra el Coruxo. Algo semejante a lo que ofreció contra el Fabril en una buena segunda parte en la que mostró su histórico rostro de Pasarón: genética bélica para superar todas las limitaciones.
Esa capacidad ante la lluvia y el césped destruido no implica necesariamente que el Pontevedra no pueda jugar al fútbol. Seguramente a otro fútbol diferente del que le gustaría a Luismi, sin tirabuzones ni uso continuo del suelo para hacer avanzar el balón; con menos pases y más largos; más directo, menos cautivador. Más canalla, menos elegante. Será diferente y deberá ser eficaz, después de tres enfrentamientos saldados con un solo punto que lo alejan de los cuatro primeros puestos.
El equipo de Luismi llega tras tres semanas sin ganar para enfrentarse a un rival que acumula siete jornadas invicto
Luismi tiene la duda de Arruabarrena. Parece precipitada su titularidad en su primera semana de trabajo con el grupo tras una lesión muscular. Y más teniendo en cuenta el buen estado de forma de Javi Pazos, autor de dos dianas en los últimos dos envites. Parece que Nacho López está reestablecido y, salvo Álex Fernández, todavía recuperándose de su grave lesión muscular, todos los granates podrán vestirse de corto.
El Coruxo llega a Pasarón en una dinámica envidiable que lo aleja de la zona de peligro y lo acomoda en el medio de la tabla. Lleva un mes y medio sin perder y ha puntuado en campos como el de Guijuelo o el del Sanse. Las ausencias de Mateo y Silva lo convierten en menos peligroso en el área. Para ellos también habrá barro. Veremos si combatir sobre él también forma parte de su ADN.
"Fuera de casa están siendo un equipo muy sobrio. Tienen muy claro a qué jugar y están obteniendo resultados muy positivos. Tienen equilibrio para saber cuándo deben combinar y cuándo no. Se han adaptado bien a las circunstancias y han sacado buenos resultados en campos muy complicados como el del Sanse, el del Inter o el del Guijuelo: hay que tenerlo en cuenta".
El entrenador del equipo granate cree que "tanto para bien como para mal, las dinámicas están para cambiarlas. Vamos a intentar darle la vuelta a esta racha para volver a conseguir la victoria, que pondría fin a la serie positiva del Coruxo. Ese es el objetivo. El Coruxo está en una línea buena".
Luismi reclama concentración para el choque de esta tarde de domingo. "Espero que en Pasarón se vea un buen equipo, sabiendo que el terreno de juego va a complicarlo, que se vea un Pontevedra aguerrido, concentrado y que no conceda ventajas al Coruxo. Sabiendo que no puedes darles nada".
