El Marín Ence Peixegalego sufrió una derrota sin paliativos en Pamplona ante un rival directo, el Basket Navarra, en un partido igualado hasta el descanso, pero en el que la falta de rotación del equipo marinense y sus pésimos porcentajes de acierto en el triple le impidieron tener alguna opción de triunfo. La nota positiva fue que el básquet average particular queda igualado al perder por la misma diferencia que en el partido de la primera vuelta.
El choque comenzó frenético. El equipo de Javi Llorente lo inició con acierto en el tiro en las primeras posesiones. El 3-8 inicial, con dos triples incluidos, solo fue un espejismo del desacierto en el triple del equipo foráneo, que le lastró mucho.
El equipo de Llorente logró salvar el 'average' particular contra un rival directo
El choque pasó a jugarse al ritmo que quería el Basket Navarra, con Narros como brazo ejecutor de un ataque más fluido y con mejor lectura de las ventajas que el de Javi Llorente. Aunque la mejor noticia fue que los locales nunca fueron capaces de plasmar esa teórica superioridad en el marcador con amplias ventajas: apenas consiguieron seis puntos de renta máxima (21-15) y ahí apareció la reacción del equipo marinense, que dejó todo casi parejo para finalizar el primer cuarto (21-20).
El choque comenzó a desarrollarse con alternativas en el marcador. Javi Llorente recurrió a la zona y encontró en Gregory a su referencia ofensiva para conseguir un parcial de 3-12 que otorgó la máxima renta favor del Peixe (33- 38) a menos de dos minutos para el descanso.
DECLIVE. Entonces, tras el descanso, llegó la clave de la derrota final. El equipo de Llorente acusó la escasez de rotaciones y un desacierto inusual en el triple, que le llevó a anotar únicamente diez puntos en el tercer cuarto, con solo tres canastas en juego. Esta deficiencia, unida al recital de Narros y Jiménez en el triple para los locales y la superioridad de Sonseca en las zonas, posibilitó que el partido comenzase a moverse en ventajas de más de diez puntos y empezase otro choque: el del average particular.
El Peixegalego llegó a tener ese factor de marcador particular perdido porque el desacierto en el tiro se mantuvo en el último cuarto. La ventaja local alcanzaba los 17 puntos (70-53). Hasta que Javi Llorente recurrió a la zona y Romero y Orellano anotaron desde el triple para dejar el partido del average a jugarse en los últimos 30 segundos del encuentro (73-62). Al final la veteranía de Romero y el desacierto en el tiro final de Sonseca permitieron a la escuadra marinense aguantar el average y que la derrota no tuviese un doble valor negativo.
Ese bajón físico también llevó aparejado el bajo porcentaje de acierto en los tiros, provocado al mismo tiempo “porque ellos subieron líneas, apretaron en defensa muy arriba y lograron llevar el ritmo del partido como querían”.
Con la derrota casi asegurada, en el último cuarto se jugó el partido por el average, algo que logró salvar igualando la desventaja de la ida, lo que considera importante: “Aunque era un objetivo secundario es algo importante porque ahora se mirará el general en caso de empate”.
Por último, el técnico leonés apuntó a una clave que marcó mucho el desarrollo del encuentro y las opciones de su equipo a la hora de poder competir de igual a igual: “El rebote ha sido determinante, ya que con una diferencia de 20 capturas es imposible competir ante cualquier rival”.
Con este resultado, el Peixe duerme como cuarto clasificado, con un balance de 10-8, aunque podría acabar sexto la jornada.
