El Marín Ence Peixegalego se encomienda a un milagro para salvarse

El Marín Ence Peixegalego necesita un milagro para poder conservar la categoría en LEB Oro. El equipo dirigido por Javier Llorente debe conseguir dos de los siguientes tres supuestos:

-Ganar tres partidos más que el Huesca en lo que falta de temporada.

-Vencer tres encuentros más que el Club Baloncesto Clavijo en lo que resta de curso.

-Ganar cuatro enfrentamientos más que el Barcelona antes del final de la Liga.

Faltan cuatro jornadas para la conclusión de la temporada y la misión se presenta realmente complicada, debido no solo al buen nivel que han exhibido los contrarios de los marinenses en el último tercio de la campaña, sino también a la dificultad del calendario del propio bloque que dirige Javier Llorente.

El primer enfrentamiento que deberá acometer la escuadra azul será el que lo medirá al Oviedo Unión Financiera el próximo domingo (13.00 horas) en el Pabellón de Pumarín, una de las canchas más complicadas de la categoría y la que más tardó en ser conquistada por un cuadro visitante.

Además de jugar ante el cuadro asturiano, el Peixegalego deberá recibir en A Raña al Prat y el líder, Guipúzcoa, y visitar al Castelló.

Existe la opción de que la escuadra marinense sufra su descenso a LEB Plata el propio día de su encuentro en Asturias.

Para ello, debería perder y que ganasen Huesca o Clavijo. Aparentemente puede resultar una combinación posible, pero los adversarios del cuadro morracense deberán enfrentarse a equipos que luchan por el ascenso de categoría.

De hecho, el Magia Huesca recibirá al líder, Guipúzcoa, mientras que el Clavijo se desplazará a Burgos para enfrentarse al San Pablo Inmobiliaria, tercer clasificado.

Tampoco tendrá un viaje sencillo el Barcelona B, que se las verá con el cuarto clasificado, el Quesos Cerrato Palencia, en su cancha.

Suceda lo que suceda, el equipo marinense continuará peleando por el objetivo de la permanencia, después una segunda vuelta en la que mejoró sus prestaciones y consiguió ser más competitivo, pero pagó en exceso el lastre de su primera mitad del curso.