El Pontevedra derrota al Dorneda gracias a un postrero gol de Manu Barreiro

Diez ocasiones de gol, cuatro de ellas muy claras, solo una finalizada a la red, deberían de ser un argumento suficiente para que el Pontevedra saliese a hombros de Pasarón. Sin embargo, últimamente siempre hay algo detrás del juego del equipo pontevedrés, alguna duda que impide amputación de rabos y orejas al rival, disculpen los taurinos y los antitaurinos por tal comentario.

(vídeo elaborado por Pontevedra TV)

Así es, el conjunto de Milo abrió el año con una victoria demasiado reducida para las ocasiones que generó. Debió haber sido más amplia, atendiendo a todos los elementos que sirven para evaluar un encuentro: oportunidades, posesión del esférico, iniciativa, presencia en el campo contrario...

Sin embargo, el escaso tamaño demostrado por el rival (nada nuevo en la categoría) y los problemas con que el conjunto de Milo Abelleira se encontró para realizar su fútbol combinativo en la primera mitad, fundamentalmente, vuelven a despertar las dudas eternas sobre la fiabilidad de la escuadra.

Es la incertidumbre un estado de ánimo permanente en el campo de O Burgo desde hace mucho tiempo, prácticamente desde la primera etapa de Gay. Han pasado buenos entrenadores y jugadores, ha habido varias fases de ascenso por el medio y momentos de gran euforia. Pero las dudas nunca han sido evacuadas. Si entonces no fueron puestas de patitas en la calle, ahora, una categoría más abajo, con todo lo que ello significa, menos.

Dicho esto y aunque se hizo de rogar, la victoria granate era el único resultado razonable del día. El bloque pontevedrés reaccionó tras el descanso con un mejor fútbol y halló a Manu Barreiro, que a falta de un cuarto de hora para la conclusión resolvió el duelo con un remate a la media vuelta que sorprendió al valiente Manu.

(Más información en nuestra edición impresa del lunes, 9 de enero)

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