El Pontevedra intentará certificar la permanencia conquistando La Albuera

El corazón de la primavera se convierte en un circuito de dramas que recorre toda la península Ibérica. El tour de la tragedia se detiene cada fin de semana en varios campos de fútbol. La tensión va creciendo a medida que se acerca mayo, cuando se produce el clímax y unos ven su historia culminada en forma de fracaso y otros de alivio.

El Pontevedra Club de Fútbol no es ajeno al cúmulo de sensaciones que produce el gran teatro del fútbol en las últimas funciones de la campaña. Después de una campaña de representaciones defectuosas se ha visto abocado a ofrecer su mejor repertorio en las últimas semanas para intentar rozar la permanencia. Hoy actúa en Segovia, ante un público numeroso en La Albuera. Un empate no sería malo para los muchachos de Luismi, para los que una victoria sería casi definitiva. “Hemos hecho lo más difícil: depender de nosotros mismos, estar fuera de las zonas de descenso y play-out. Ahora debemos mantenerlo”, sostiene el técnico, que sabe que la obra marcha bien, pero todavía queda el último acto ante un público enfervorizado.

“Imagino que el campo va a estar lleno, la afición va a estar con la Gimnástica, que supongo que se va a volcar en los primeros minutos. Para ellos no hay otra opción que no sea ganar. Es un partido a vida o muerte. Será complicado por la presión y el ambiente. Tenemos que lidiar con todo eso. Imaginamos un partido de muchos nervios y ansiedad. Un partido tenso”, asevera el director del Pontevedra.

El once pontevedrés llega al escenario después de tres triunfos en los últimos cuatro encuentros, en los que no ha perdido, con una clara mejoría como visitante en los últimos duelos, consolidada con la victoria en Valladolid frente al filial blanquivioleta. Por su parte, la Gimnástica acumula dos victorias seguidas como local frente a rivales que luchan por jugar el play-off, el Fabril y el Navalcarnero. A pesar de tener el agua al cuello, o precisamente por eso, no será un contrario sencillo.

AMBIENTE. En La Albuera el campo estará prácticamente lleno, con presencia de seguidores de la ciudad del Lérez, también. Luismi cree que es un buen motivo para que sus hombres den lo mejor de ellos mismos. “Al futbolista le tiene que motivar que haya gente en el campo, porque al final vives más los partidos, la tensión, todo te hace estar mucho más metido. Si el ambiente es frío, te cuesta más concentrarte. Eso ayuda. Si palpas el calor desde el calentamiento, te enchufa, aunque sea un ambiente en contra nuestra. Nos va a llevar a vivirlo con mucha más atención”.

El técnico granate tendrá que realizar cambios en su equipo de salida, ya que no podrá contar con Álex González ni con Darío Flores, lesionados. Además, Prosi y Anxo se quedan en casa con molestias físicas, aunque Jimmy regresa al colectivo, al igual que Adrián León. Carrillo y Jesús estarán en Segovia en una jornada en la que el drama se sitúa en el Salto del Caballo (Toledo – Coruxo), en A Malata (Racing – Valladolid B) y en El Vicente del Bosque de Madrid (Unión Adarve – Guijuelo)

“Si se dan bien los resultados y conseguimos ganar, el descenso directo ya lo salvaríamos. Al final hay que vencer, pero con los resultados de los otros campos pueden quedarse las cosas cada vez más claras para la salvación”.