El Pontevedra renueva el consejo en su junta

Fernando Gómez recibiendo la respuesta de un accionista. rafa fariña
photo_camera Fernando Gómez recibiendo la respuesta de un accionista. rafa fariña

PONTEVEDRA. La junta de accionistas, celebrada en el Teatro, no decepcionó. El Pontevedra disputa sus encuentros más importantes en un lugar preparado para el drama, la tragedia y la comedia. Eso fue la sesión, un cruce de sensaciones que dejan la imagen del club en mal lugar.

El momento cumbre del día fue la elección del nuevo consejo de administración. La entidad ya tiene ocupadas las diez plazas, pero no sin polémica. Entre ellas no estará Lupe Murillo. La gerente de Conservas Pescamar renunció a la posibilidad de continuar en su cargo, que debería ser votada por la sala, ya que alcanzó su cargo por cooptación -substitución de una persona que ocupaba su lugar con anterioridad-. Murillo no seguirá, pero regresa Tilve, y a su lado, cuatro hombres propuestos por él: Pablo Galván, Enrique Mariño, Manuel Ruibal, y el exjugador del club Roberto Feáns. Además, también se propusieron a sí mismos Juan Abal, José Antonio Millán (que participó en el último consejo de administración a pesar de que entonces ya no era consejero, puesto que su acta, en representación de Gestsoccer Hash SL, había llegado a su fin con el año 2013) y Alberto Argibay.

Con el exentrenador se produjo una de las situaciones más curiosas de la jornada. El máximo accionista, Administradores de Economía SL, representado en la sala por Fernando Gómez, e Inmobiliaria Nino Mirón se abstuvieron en su elección. Sin embargo, Lupe Murillo y Ricardo Tilve, que le habrían impedido disponer del 50 por ciento que precisaba para acceder al cargo, votaron a favor de su entrada en el consejo.

Murillo y Tilve sí votaron en contra de José Antonio Millán, aunque no impidieron que regresase a su butaca, ya que la gran mayoría de los accionistas apoyó su permanencia en el cargo.

Esos detalles no fueron sino el aperitivo de la auténtica discusión de la noche: las propuestas de Ricardo Tilve. El empresario se propuso a sí mismo y a otros cuatro miembros más. En medio de la enumeración de los nuevos consejeros, Juan Abal se postuló, lo que generó confusión en un sector de la sala. Viendo que el empresario iba a disponer de una gran representación en el consejo y que dista de ser afín a hombres como Argibay, Millán y por extensión, Nino Mirón, sus opositores intentaron reaccionar proponiendo un nuevo consejero y negándole la presentación de su cuarto hombre. Un grupo de accionistas insistió en que ya había puesto sobre la mesa sus cuatro nombres, creyendo que Juan Abal era uno de ellos. Sin embargo, le faltaba por proponer a Roberto Feáns.

El hecho de que Feáns no estuviese presente en la sala y de que sea el actual gestor de la tienda de Pasarón por concesión, generó controversia y el voto contrario de una gran cantidad de los accionistas personados en la junta.

Sin embargo, fue la imposibilidad de elegir más consejeros (Feáns ocuparía la décima y última butaca del consejo) lo que en realidad propició la mayor disputa de la noche, hasta el punto de que Fernando Gómez (representante del máximo accionista) y José Antonio Millán anunciaron que impugnarán la elección. Gómez incluso llegó a explicar que incoaría acciones jurídicas pero finalmente se retractó, por petición de otro propietario de títulos.

Además de Feáns, Manuel Ruibal tampoco se presentó en el acto, por lo que deberán aceptar su cargo ante notario.

Junto a la elección de nuevos consejeros, hubo dos momentos más en los que se tambaleó el equilibrio de la noche: la aprobación de los presupuestos, votados en contra por AESL e Inmobiliaria Nino Mirón, que ostentan el 48,25 por ciento de las acciones que estaban ayer representadas en la junta, y la reducción de capital. Lupe Murillo y Tilve votaron en contra de ella en un primer momento, al entender que la bajada del valor de las acciones (se proponía y se aprobaría pasar del euro un 0.70) era escasa para evitar futuras amenazas de causa de disolución de la sociedad. Viendo que su voto tumbaría la propuesta y que la opción que solicitaba requeriría de una nueva junta, cambió su postura inicial y votó a favor.

Los ingresos fueron inferiores a los gastos

A pesar de que el ejercicio pasado se cerró con números positivos, debido a la entrada en proceso concursal del Pontevedra, que produjo la reducción de la deuda de una forma drástica, la campaña resultó negativa en el apartado de ingresos y gastos.

El apartado de generación de recursos fue uno de los primeros en generar debate, aunque de forma tímida. El presidente, José Manuel Fernández, reconoció que la sociedad solo había conseguido 393.000 euros de ingresos de explotación, aproximadamente, cantidad inferior a la de gastos de explotación en una cantidad de 140.000 euros. Se gastarón 530.000 euros.

De cara a la temporada que ya está en marcha, el Pontevedra ha presentado un presupuesto ligramente superior a los 600.000 euros, con una partida de 80.000 euros destinada a amortizar la deuda que mantiene en estos momentos, y que se cifra en torno a los 1,87 millones de euros. Dentro de ese capítulo, los responsables de la institución explicaron que se le había escapado la posibilidad de haber generado importantes ingresos a largo plazo y que además habían prorrateado la mensualidad de diciembre de 2012 en las dietas mensuales de los futbolistas que permanencen en el club desde la pasada campaña.

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