Llegaba la alta montaña a la ronda zamorana y, con ella, el turno del equipo dirigido por Evaristo Portela. La escuadra de Lourido continúa logrando grandes resultados allá por donde pasan y entre el grupo brilla un nombre con especial fuerza en las últimas pruebas. Miguel Gómez se situó el pasado viernes segundo de la Vuelta a Zamora y se vistió los maillots de la regularidad y de las metas volantes.
La jornada se presentaba favorable para el Froiz, un equipo pensado para la montaña, que veía en la etapa con final en Lubián un filón para lograr victoria y liderato.
Los ciclistas afrontaban 108 kilómetros, tras arrancar desde la localidad de Hermisende, en los que se sucedían los puertos de montaña, cuatro de segunda categoría y dos de primera. En este recorrido, los poienses tenían tres bazas principales para lanzarse a por la victoria.
En los días previos a la competición, el conjunto aseguró que tanto Pedro Merino como Martín Lestido y Miguel Gómez partían como jefes de filas sin diferencias jerárquicas. Pero el pasado viernes fue Miguel el que atacó a 50 km de meta para tratar de llevarse la etapa y el maillot amarillo. El reciente ganador de La Vuelta a Ávila abrió hueco con el pelotón junto a Iván Martínez, quien iba a ser un obstáculo para la general, ya que aventajaba al madrileño en cinco segundos.
Los corredores del GD Super Froiz y del Mutua Levante Valencia Terra i Mar llegaron a abrir un hueco de más de cuatro minutos sobre el grupo principal, lo que propició un duelo por la Vuelta en la ascensión al Alto de Lubián, un puerto de primera categoría con una pendiente máxima del 16 % y una media del 9%.
La dureza del último puerto no fue suficiente para que uno consiguiese descolgar al otro, dejándolo todo en el aire para el sprint. Miguel Gómez fue el más fuerte en el apretón final pero no logró picarle ningún segundo al del Mutua Levante.
El balance final de la etapa para el Froiz fue muy positivo, ya que, además de la victoria, se hicieron con el primer puesto de la clasificación por equipos y Miguel Gómez se vistió el jersei de la regularidad y el de las metas volantes.
Pese a todo, el final del pasado viernes pudo ser aún más feliz si en la anterior etapa, la segunda, la fuga en la que estuvo Gómez hubiese llegado a buen puerto. Evaristo Portela, director del equipo, valoró esta posibilidad tras la llegada a meta, lamentando que su corredor fuese neutralizado a tan solo 3 kilómetros del final.
El resultado de la etapa del pasado viernes es casi determinante e Iván Martínez es considerado ganador virtual de la ronda zamorana.
Este sábado les esperan a los ciclistas 85 kilómetros totalmente llanos entre Moraleja del Vino y Zamora, en los que, salvo excepción,habrá muy pocas opciones de recortar diferencias.
