1-0. El Pontevedra desaprovecha la ocasión de acercarse a la cabeza

El tempranero gol de Miguel decide un partido que bien pudo acabar en empate

Miguel celebra su gol ante la desesperación de Edu. VALLADOLID B
photo_camera Miguel celebra su gol ante la desesperación de Edu. VALLADOLID B

El Pontevedra perdió este domingo una nueva oportunidad para meterse en los puestos que dan derecho a la opción de ascender de categoría. La escuadra lerezana tropezó en los Anexos del José Zorrilla ante un Valladolid B que aprovechó al máximo un despiste defensivo visitante al comienzo del partido y aguantó los envites del equipo pontevedrés en una buena segunda parte en la que Borja Domínguez lideró a los pupilos de Luismi Areda en busca de un resultado positivo que no llegó.

Muy pronto se puso el partido cuesta arriba para el Pontevedra. Un error defensivo en el que Campillo y Adrián León no se entendieron al ir al cruce, permitió al delantero del Valladolid B, Miguel, colarse por el centro y encarar a Edu para anotar el primer tanto del partido. No habían transcurrido aún ni cinco minutos de juego y al Pontevedra le tocaba remar contra corriente.

La ausencia en el centro de la zaga de la escuadra pontevedresa de un hombre importante como Víctor Vázquez, el domingo ausente por acumulación de tarjetas, se hizo notar más de lo esperado ante un rival muy necesitado de puntos para romper una mala racha de resultados y escapar de la zona baja de la tabla.

La inseguridad defensiva fue la tónica general del domingo equipo azul en el resto de la primera parte. Con un fútbol sencillo pero no por ello falto de efectividad, el filial vallisoletano llegaba en pocos pases a la portería de Edu y lo hacía además con peligro. Los jóvenes que entrena Miguel Rivera se adaptan bien a las pequeñas dimensiones de su terreno de juego de césped artificial y generaban peligro con muy poco. Aun así, la mayoría de los disparos no encontraban portería para suerte de los pupilos de Luismi.

El Pontevedra, por su parte, no conseguía probar a Samuel. Los ataques de los jugadores del equipo pontevedrés se quedaban siempre huérfanos de remate fina y la zaga local se hartó de despejar balones de pases en profundidad o centros laterales que no veían puerta. 

A pesar de que el Pontevedra mejoró su imagen en el último cuarto de hora del primer periodo, lo mejor al descanso fue el resultado teniendo en cuenta la inseguridad transmitida por la defensa. Miguel pudo haberse ido al vestuario con algún gol más en su haber si hubiese aprovechado los pases a la espalda de la zaga visitante que le metían sus compañeros.

La charla de Luismi al descanso surtió efecto. Los jugadores cambiaron su mentalidad y ofrecieron unos segundos 45 minutos muy diferentes a los del primer acto. Gran parte de culpa en este cambio de dinámica la tuvo Borja Domínguez. El jugador vigués entró a los tres minutos de la reanudación para sustituir al lesionado Kevin Presa y su influencia en el juego se dejó notar de inmediato. El Pontevedra ganó el centro del campo y las ocasiones visitantes fueron cayendo a cuentagotas.

Primero fue Álex González quien probó de lejos a Samuel, quien ya había mostrado su inseguridad en un mal blocaje a un centro que dejó entrever cierto nerviosismo en el cancerbero del Valladolid B. La mayor presencia ofensiva del Pontevedra todavía estaba carente de un último pase y el equipo lerezano lo intentaba a través de disparos lejanos o centros que no encontraban el remate por centímetros. Caso de uno de ellos fue el de David Castro mediada la segunda parte, que rozaron primero Álex González y después Arruabarrena.

Luismi siguió apostando por meter más madera y Pibe y Javi Pazos entraron al campo para seguir sumando en ataque. El primero estuvo especialmente activo jugando a banda cambiada y generando peligro en centros y disparos desde la frontal del área. Precisamente Pibe tuvo la ocasión de empatar a quince minutos del final en un disparo raso que Samuel no alcanzó a blocar y Arruabarrena tampoco a cazar el despeje. El delantero tolosarra bregó y luchó como el que más. No obstante, el domingo le faltó un punto de velocidad para llevarse las segundas jugadas o aprovechar alguno de los errores de Samuel bajo los palos.

Como tantas otras veces que el play off se pone a tiro, la suerte no estaba de cara para el Pontevedra y el asalto a los puestos de ascenso volvió a quedarse en una intentona frustrada. El conjunto lerezano pudo haberse beneficiado de terceros resultados para ocupar una de las cuatro primeras plazas por primera vez en esta temporada pero nuevamente se quedó a las puertas de esos puestos que permiten jugar la fase de ascenso. La semana que viene recibirá en casa al Internacional para buscar recuperar las sensaciones en casa, donde el Pontevedra está siendo un equipo mucho más fiable que cada vez que se desplaza a jugar fuera.

FICHA TÉCNICA
1 - Valladolid B: Samuel; Apa, Mario, Sali, Corral; Javi Pérez (Raúl Navarro, min.73), Carrascal, El Hacen; Pedrosa (Pablo, min. 73), Miguel (Jaime, min. 87) y Zalazar.
0 - Pontevedra:  Edu; Nacho López, Campillo, Adrián León, David Castro; Berrocal, Kevin Presa (Borja Domínguez, min. 48); Pedro Vázquez, Romay (Javi Pazos, min. 69), Álex González (Pibe, min. 69); y Arruabarrena.
Árbitro: Rezola Etxeberria (Comité vasco). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Carrascal, Miguel y Zalazar; y a Kevin Presa, Borja Domínguez, Campillo y Berrocal del Pontevedra.
Gol: 1-0 Miguel (min. 5).
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada número 23 del Grupo I de la Segunda División B, disputado en los Anexos José Zorrilla. 550 espectadores.

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