El Condes de Albarei Teucro supera su pasado. El equipo pontevedrés mejora sus registros de la última temporada que pasó en División de Honor Plata. Hace tres años, a estas alturas, el bloque azul acumulaba tan solo dos puntos en la clasificación. Ahora, tras la victoria en Torrelavega, el actual Teucro suma cuatro y encara su segundo partido en casa (contra Zamora, el sábado a las 20.30 horas).
El equipo dirigido por Quique Domínguez, que contaba con Luis Montes como segundo entrenador, firmó un mal inicio de campeonato tras su descenso desde Asobal la temporada anterior. Tras caer 23-21 en Zamora en un pobre partido contra otro de los equipos llamados a estar arriba, la escuadra azul superó con dificultades (31-28) al Covadonga en el Príncipe Felipe. Sin embargo, a la semana siguiente, volvió a pecar a domicilio cayendo ante un Carabanchel (actual Ikasa).
Curiosamente, este Teucro ha sido capaz de hacer justo lo contrario: ganar en casa y perder fuera. El conjunto pontevedrés comenzó la liga ante un recién ascendido y ganó (19-23 en Málaga). Luego llegó la debacle contra el Blasgón y Bodegas Ceres Villa de Aranda como local (23-33), que arregló en la tercera jornada con un gran triunfo en la pista del Ford Alisauto Torrelavega (28-30).
PRUDENCIA. La pasada semana, después de encadenar dos duras derrotas ante el Villa de Aranda y en Copa contra el vecino Cisne Colegio Los Sauces (29-24), desde el vestuario del Teucro se apeló a la calma y se recordó que en la última estancia en la categoría de Plata, el conjunto pontevedrés había comenzado con el pie cambiado. "No son equipos ni situaciones comparables, pero a aquel Teucro también le costó arrancar, le cayeron palos por todos los lados y mira finalmente cómo acabó la cosa", apuntaba hace unos días el actual técnico Luis Montes, tan conocedor de primera mano del contexto de este equipo como del de aquel entonces.
Ahora, el Teucro disfruta del momento y trata de mejorar para no desmerecer al de hace tres años, que a partir de la tercera jornada comenzó a contar sus siguientes nueve partidos por triunfos y terminó subiendo. Obviamente, el Condes de Albarei contemporáneo no debe plantearse algo similar, pero su victoria en Torrelavega le permite mirar, de momento, por encima. Y demostrar que las cosas no estaban tan mal.
