El Teucro y el Pilotes Posada renuncian a la amistad

El Teucro y el Pilotes Posada no dejan lugar al amor ni a la amistad, ni en Liga ni en verano. Tres expulsados por roja directa jalonaron su amistoso estival de ayer, disputado sobre barro. El cuadro azul plantó cara al rojillo, pero acabó cayendo derrotado ante el peso de la categoría.

Se destaparon virtudes y carencias del equipo de Javier Barrios. El portugués Jorge Silva hizo olvidar (ya se verá cuando el calendario se ponga cuesta arriba) momentáneamente a Rafa Dasilva, que actuaba en la orquesta de enfrente. Dasilva fue recibido con un tímidamente caluroso aplauso, escaso para su trayectoria. Lo que parece encontrar difícil solución es el pivote. No hay de eso. ¿Dónde están las llaves? Las tiene Benaches, el otro desterrado, demasiado caro, demasiado veterano. Se echará de menos el talento natural del porriñés en los seis metros.

El cuadro azul intenta defender y correr. Será agresivo y voraz para intentar ser veloz, una de las claves sobre las que amparó su supervivencia en muchas fases del duelo de ayer.

No se engañe nadie, el Pilotes Posada tampoco hace encaje de bolillos. La diferencia de categoría se intuyó, pero no fue abrumadora, todavía.

El optimismo ha de relativizarse, ya que las buenas sensaciones tienen gato encerrado. Hubo tres rojas directas. Las dos del Pilotes Posada fueron merecidísimas; la del Teucro, más ruidosa que justa. Estos dos nunca serán amigos, ni en verano.

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