Con la voz entrecortada e inundado de emoción, Charles Días pisó por última vez el césped de Pasarón y lo hizo arropado por aquellos compañeros que vivieron con él momentos inolvidables con el Pontevedra CF. Los seguidores más fieles del brasileño no quisieron faltar a la cita y el estadio lerezano se vistió con sus mejores galas, en un ambiente extraordinario en Tribuna, con pancartas que recordaron al homenaje ya brindado ante Unionistas.
Yuri de Souza volvió a ser el compañero de su primo sobre el terreno de juego para un último ruedo. Un duelo que partió con Moncho, Luciano, Fede Bahón, Vázquez, Adrián Gómez, Juanlu, Padín, Xaco y Capdevila también en el campo. Aunque el once inicial fue lo de menos en una jornada en la que todos los jugadores volvieron a compartir campo con Charles para rendirle homenaje.

Un partido cargado de significado dentro y fuera del campo. Y es que en las gradas de Pasarón quisieron estar presentes la mujer, los hijos y los padres de Charles, que vinieron desde Brasil para su despedida. También compañeros y amigos de diferentes épocas como Churre, Álex González, Brais Abelenda, Seoane, Rufo, Pol Bueso o Jesús Ramos, que se dejaron ver entre los aficionados. Además de la presidenta del Pontevedra, Lupe Murillo, quien estuvo presente en el emotivo homenaje de despedida al brasileño.
Un sentido aplauso marcó el comienzo del encuentro. Apenas había pasado un minuto de juego cuando Pablo Couñago adelantó a los celestes en el marcador. Aprovechó entonces Charles el parón para dar el brazalete de capitán a Fede Bahón, quien tanto le enseñó y lo acompañó en su etapa juntos. Un brazalete que más tarde pasaría también a Dadín.
Rey Ferro, quien en su día fue delegado del club lerezano, fue el encargado de impartir justicia en un duelo lleno sobre todo de cariño y respeto a quien ya es una leyenda del conjunto granate. El empate llegó pronto y lo hizo de las botas del brasileño, que anotó a pase de Yuri desde la banda izquierda. Se hizo el Pontevedra con el esférico y con los cambios el partido se volvió a un ida y vuelta. Un duelo cargado de anécdotas, como los minutos con diez del Celta al tener que retirarse José Ángel.
Adelantó a los granates Yuri, que demostró su gran estado de forma -acaba de renovar con la Ponferradina- con un gran regate y disparo después de un pase de Padín. Pero Mario Bermejo puso rápido la réplica controlando el balón con el pecho para bajarlo y batir a Moncho. Charles volvería a adelantar a los suyos con un remate a centro de Yuri, pero el colegiado indicó fuera de juego. No falló en la siguiente el de la Ponferradina, para poner el 3-2. De nuevo Couñago puso el empate en el marcador (3-3).
El momento más emocionante del encuentro se produjo ya superado el minuto 50. Lucas Días, hijo de Charles, entró en el terreno de juego para acompañar a su padre en el último baile como granate. Con emoción, Charles recibió a su hijo, que hizo las delicias del público y anotó con un gran zurdazo el gol de la victoria para los granates. Decidió entonces Rey Fierro dar el pitido final a un emocionante encuentro jamás soñado por Charles, que agradeció de corazón la despedida que le brindaron aficionados, compañeros y familia.
El campo se volvió una fiesta nada más terminar, con la invasión de cientos de niños que pudieron disfrutar en una jornada inolvidable no sólo de la despedida de uno de sus ídolos sino también de muchos grandes jugadores de la historia del Pontevedra. Los futbolistas grabaron momentos para el recuerdo y atendieron a todos los seguidores. Charles, emocionado, vivió rodeado de su gente sus últimos instantes sobre el verde de Pasarón como futbolista. Aunque ya lo afirmó el brasileño, "me verán jugando pachangas". Y es que su amor por el fútbol y por el Pontevedra es incalculable.