Emotiva despedida del ex entrenador Manu Fernández

Manu (derecha) junto a Roberto Feáns y Lupe Murillo sobre el césped de Pasarón hace unas semanas. david freire
photo_camera Manu (derecha) junto a Roberto Feáns y Lupe Murillo sobre el césped de Pasarón hace unas semanas. david freire

El exentrenador del Pontevedra Manu Fernández publicó ayer una emotiva carta de despedida en la red social Twitter en la que agradeció el trato recibido por los diferentes estamentos de la institución en los doce años que ha permanecido en ella.

Después de recordar que «ayer, a falta de rescisión contractual, se me comunicó mi cese como primer entrenador del Pontevedra», el técnico hizo balance de su vida vinculada a la entidad, comenzando por su etapa de aficionado del club «de mi ciudad, de mi casa».

«Cuando hace 20 años visitaba la Preferencia de los puros y las almohadillas, o cuando viajaba a Miranda, Oviedo o Madrid con otros muchos granates, nunca imaginé que algún día llegaría a ser el entrenador de aquel equipo que tantos sentimientos generaba en mí».

A continuación, el ya extécnico del cuadro de la capital del Lérez se deshace en agradecimientos «empezando por Nino Mirón y Sergio Martín, que me abrieron las puertas del club, pasando por todos los presidentes, consejeros, directivos, directores deportivos y coordinadores que en algún momento de su vida creyeron que yo era la persona oportuna».

Fernández prosigue enumerando a personas concretas que han tenido influencia en su carrera. «Jacobo Molina, que me enseñó a andar; Tonino; mis delegados Borja y Secre; preparadores físicos Jorge, Tozé, Raúl, Rubén, Sergio y Fran; fisioterapeutas Marcos, Nerea y Manu; Jaime, mi entrenador de porteros; Rafa y Tomé (encargados del material de Pasarón); y todos mis colegas entrenadores, porque han ido escribiendo junto a mí estas páginas tan apasionantes de mi vida. De TODOS y cada uno de vosotros he aprendido algo».

Jugadores

El entrenador tampoco olvidó a los representantes de los medios de comunicación «por el respeto y cariño que siempre me han mostrado». Después llegó el turno para todos los jugadores que ha dirigido «empezando por esos ‘renacuajos’ que ahora están cerca ya de la mayoría de edad o por mis juveniles de honor (con los que tanto disfruté del fútbol), pasando por los que hace cuatro meses viajaban a Puertollano para hacer historia, porque nunca olvidaré lo que vivimos, y acabando por la plantilla de la que hoy me despido. Gracias a todos, porque cada escalón que he subido ha sido gracias a vosotros».

El preparador cierra la carta con un mensaje para sus allegados. «No podría despedirme sin recordar a quien está siempre cuando se apagan los focos, cuando el técnico pasa a ser persona y arrastra sus sentimientos para pagarlo con quien no debe: mis amigos y mi FAMILIA. Gracias por aguantar tanto y apoyarme de manera incondicional, sobre todo a ti, por estar ahí siempre. Mención especial para la persona más importante de mi vida, que tanto ha sufrido por mi culpa y un día decidió acercarme a Pasarón para enseñarme lo que es ser granate».

A la afición y a «los que me han vejado»

En su despedida, Manu Fernández hizo una especial mención a la hinchada del Pontevedra y también a sus detractores. «A una afición de la que he formado parte tantas veces en el pasado y de la que formaré en el futuro desde la distancia, porque me he sentido una extensión de ella desde una posición privilegiada. Pasar de esperar la llegada del autobús al campo a estar dentro de él es una sensación difícilmente explicable».

«Eterno orgullo por los 8.000 de Puertollano, pero más si cabe por los diez de Vilalba o por los 1.000 de cada día. VOSOTROS sois el Pontevedra, que nadie os diga nunca lo contrario. Agradecido por todos los que siempre habéis creído en mí y todavía hoy dedicáis un minuto a animarme. Jamás lo olvidaré».

El entrenador tampoco deja pasar la ocasión para recordar a «los que me han vejado, insultado o menospreciado desde el minuto uno, sobre todo a aquellos que necesitan una careta para hacerlo, porque me han hecho más maduro y mucho más fuerte de lo que jamás hubiera imaginado».

El club deberá alcanzar un acuerdo económico de rescisión con el entrenador en los próximos días para que su sustituto se pueda sentar en el banquillo en el partido contra el Areas.

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