La distribución cambiante de los grupos de Segunda División B en los últimos años hace que, en la temporada actual, el Pontevedra CF vuelva a enfrentarse a conjuntos con los que hace tiempo que no coincide o nunca ha coincidido. Este último es el caso del Ibiza, equipo y territorio desconocido para el equipo de la Boa Vila, al que ya se enfrentó este curso. Este domingo el conjunto granate visita tierras asturianas para enfrentarse al Oviedo Vetusta, filial del conjunto ovetense. Un enfrentamiento que no se celebra en partido oficial desde la temporada 1994/1995 cuando ambos coincidieron en el Grupo 1 de Segunda División B.
El filial asturiano que, tras una desaparición por motivos económicos y burocráticos a principios de siglo, volvió a escena en el año 2006 y consiguió cuatro temporadas después ascender a Tercera División y, desde ese mismo momento, comenzó el camino hacia la división de bronce. Un viaje que no fue sencillo, pero que finalizó hace dos temporadas cuando logró una plaza en Segunda División B, donde ya militaba el conjunto granate.
El curso pasado, el Pontevedra CF compartió morada con el resto de los equipos gallegos y con los de Castilla y León, Madrid y Canarias; mientras que el Oviedo B lo hizo con sus compatriotas autónomos, a los que se sumaron los conjuntos de Euskadi, Cantabria, Navarra y La Rioja. Por lo que sus caminos no se cruzaron durante el pasado curso, pese a estar cerca geográficamente hablando. Sin embargo, la nueva distribución de los grupos de Segunda B, que sufrió un gran cambio este verano, hizo que los caminos del bloque pontevedrés y del conjunto ovetense vuelvan a cruzarse y ambos hayan quedado encuadrados en el primer grupo de la categoría.
La última campaña en que se enfrentaron Oviedo Vetusta y Pontevedra, el filial terminó tercero y el conjunto granate ocupó la duodécima posición
El Grupo 1 de Segunda División B no acogía a los dos equipos desde la temporada 1994/1995, temporada en la cual los asturianos finalizaron terceros en la tabla y el Pontevedra décimo segundo, y la cual supuso el último enfrentamiento entre ambos en competición oficial. En esa ocasión ambos firmaron tablas en el encuentro de la primera vuelta con un gol para cada uno de los equipos, mientras que en la segunda el conjunto granate consiguió volverse a casa con los tres puntos en la maleta tras imponerse por 0-2 al filial ovetense.
Sin embargo, de aquello hace un mundo. Luismi Areda militaba esa temporada en Tercera División y la gran mayoría de los jugadores de la plantilla granate no había nacido o estaban aprendiendo a caminar. A día de hoy las cosas son muy diferentes. El domingo se verán las caras dos equipos que un cuarto de siglo después, luchan mano a mano por realizar la mejor temporada posible.
SUERTE DISPAR
En las cinco jornadas que se llevan disputadas en lo que va de curso, la suerte ha sonreído de diferente manera a los dos equipos. El Pontevedra ha cosechado dos victorias (Coruxo y Sporting B) y tres derrotas (Ferrol, Ibiza y Atlético Baleares). Además, el conjunto granate no ha conseguido ningún triunfo a domicilio, una de sus asignaturas pendientes para el próximo domingo.
El Oviedo B, por su parte, ha conseguido tres victorias (Langreo, Las Palmas y Sanse), un empate (Rayo Majadahonda) y una derrota (Peña Deportiva). El equipo asturiano todavía no ha sido derrotado en su feudo, una racha que intentará romper el equipo de la Boa Vila volviendo a Pontevedra con una victoria y tres puntos.
