Entre José Manuel Fernández y Argibay

PONTEVEDRA. La retirada de Lupe Murillo en la carrera por la presidencia del Pontevedra ha dejado a José Manuel Fernández y Alberto Argibay como únicas alternativas para sostener el poder de la institución.

El actual máximo mandatario, designado en su cargo a finales del mes de junio de forma provisional a la espera de que Murillo manifestase si asumía el mando de las operaciones, continuará al frente de la sociedad por el momento y hasta que se cierre el ejercicio económico 2012-13. El club está pendiente del ingreso de una subvención para poder hacer frente al pago de algunos exjugadores y empleados.

Solo un hombre se postula como sustituto de Fernández. Alberto Argibay está dispuesto a llevar su proyecto hasta la entidad granate, respaldado por un grupo de aficionados de la entidad, algunos de los cuales también podrían gozar de representación en la institución. Para ello, Argibay (y cualquier otro que desee aspirar a llevar el timón de la nave) deberá encontrar el respaldo de la mayoría del accionariado.

En el actual contexto, la convocatoria de elecciones se manifiesta como una posibilidad real. En la rueda de prensa del pasado viernes, Lupe Murillo anunció que recomendaría al consejo de administración actul acudir a los comicios para que la sociedad viviese un proceso de renovación que le dotase de estabilidad en el mando.

La exvicepresidenta expresó que la composición del accionariado es muy diferente a la que existía cuando se formó el actual consejo. En enero de 2010, cuando eso sucedió, Mauricio Rodríguez Boullosa fue propuesto como presidente por las fuerzas vivas de la ciudad, que en aquel momento se unieron para salvar a la institución de la desaparición por sus acuciantes deudas.

En aquel momento, en el que Nino Mirón se vio obligado a entregar el testigo a Mauricio, al ser incapaz de resolver el problema económico y perder la confianza del entorno, era el máximo accionista con el 62 por ciento de los valores, mientras que Conservas Pescamar (empresa de la que Lupe Murillo es gerente), Ricardo Tilve y la propia Deputación de Pontevedra eran los siguientes accionistas en importancia.

Sin embargo, después de la entrada en ley concursal del Pontevedra, la composición del accionariado se ha visto modificado notablemente. Primero se produjo una rebaja del valor de los títulos, de 50 a un euro, lo que motivó que los propietarios de valores de la sociedad habían visto dividido entre 50 su capital.

A continuación, los acreedores del Pontevedra CF SAD, aquellas personas físicas o jurídicas a las que debían dinero, transformaron su deuda en acciones. Algunos de ellos entraron con fuerza en junta de accionistas, ya que tenían cantidades muy importantes pendientes de recuperar.

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