Hai que roelo: un equipo para la eternidad

El fallecimiento de Cholo deja huérfano de liderazgo al mítico once del Pontevedra, al que ya le faltan cinco componentes y los seis restantes superan casi todos los 80 años de edad. Se hace mayor un conjunto legendario para el que el club granate no ha logrado encontrar relevo medio siglo después de su última estancia en Primera
Uno de los onces legandarios del PCF (Celdrán, Vallejo, Batalla, Cholo, Calleja, Azcueta, Fuertes, Martín, Ceresuela, Neme y Odriozola). ADP - Hai que roelo
photo_camera Uno de los onces legandarios del PCF (Celdrán, Vallejo, Batalla, Cholo, Calleja, Azcueta, Fuertes, Martín, Ceresuela, Neme y Odriozola). ADP

El granatismo aún llora la muerte de Cholo. El día de la desaparición del eterno capitán del Pontevedra Club de Fútbol será, sin lugar a dudas, uno de los más recordados dentro de la historia reciente de la entidad, pues estuvo cargado de simbolismo: domingo, partido en Pasarón y victoria trascendetal para el futuro del club en el fondo y con unas formas que apelan a los valores que el presidente de honor dejó instaurados para siempre en el ADN del club. Pero más allá de lo alegórico, el fallecimiento de Eduardo Dapena Lis deja huérfano de liderazgo al mítico Pontevedra del Hai que roelo, por el que la escuadra granate es todavía reconocida en el panorama nacional y de quien debe gran parte de su solera actual.

Sin Cholo, ya son cinco los miembros de aquel histórico once recitado de carrerilla que han fallecido: Cobo, Vallejo, Azcueta y Ceresuela. Prácticamente la mitad de una alineación que se selló en el imaginario popular de cualquier buen aficionado al fútbol de la época y que permanece anclada en la memoria de cientos de pontevedreses post-HQR. Calleja, Batalla, Martín Esperanza, Odriozola, Fuertes y Neme son los nombres históricos que todavía continúan dando guerra en un lugar donde han sido, son y serán reconocidos por su vinculación con el Pontevedra.

Tan solo José Ramón Fuertes no supera ya los 80 años de edad. Con 78 primaveras, el exdelantero asturiano residente en Valencia es el más joven de aquel núcleo de talentos que elevó el nombre de la ciudad del Lérez hasta los altares del deporte rey en el ámbito nacional. Le sigue en edad uno de sus compañeros de delantera, José Miguel Odriozola. El cántabro, asentado en Santander, cumplirá 81 años este agosto, uno menos de los que tiene Nemesio Martín Montejo, más conocido como Neme. El único futbolista que el PCF ha logrado aportar a la selección nacional vive desde hace años en su Salamanca natal, aunque permanece alejado de los focos por problemas de salud.

Ya con 85 años está Ignacio Martín Esperanza, el único de los integrantes de aquel once titular que vive actualmente en Pontevedra o alrededores. El ourensano da nombre a un hotel en Portonovo que regenta su familia. Los mismos 85 años son los que contemplan a Eduardo Calleja, que reside en Madrid. Cierra la alineación, con 86 años, el exdefensor Manuel Batalla, que vive en Tarragona.

El inoxerable paso del tiempo se ceba con este Pontevedra histórico, al que también están vinculados otros nombres con enorme protagonismo en la época dorada. Uno de ellos es el meta Celdrán, el más veterano junto a Batalla, con 86 años. El excancerbero reside en Hospitalet y en San Sebastián lo hace Irulegui, que tiene 84 y ha sido uno de los pocos con pasado en los banquillos tras su etapa de futbolista.

Constantino Roldán (I) y su hermano Julián Roldán (II) eran dos de los más imberbes en la etapa del Hai que roelo. Surgidos en la ciudad, en ella continúan cuando el mayor es octogenario y el más joven tiene 78 primaveras.

José Jorge o Plaza son otros de los hombres a los que el mejor Pontevedra de su historia les debe muchísimo. Todos ellos viven, al contrario que Delfín Álvarez, Nando Yosu, Iglesias o Norat, fallecido el pasado 2021. Mucho antes se fue Antonio, tras un trágico accidente de tráfico en 1972 que le cortó la vida con tan solo 28 años.

Son muchos de los nombres que dieron forma al Realismo Mágico que se vivió a orillas del Lérez. Una época preciosa, pero a la que cada golpe de realidad vital aleja cada vez más del presente de un club que no ha encontrado nunca la forma de volver, siquiera, a soñar con algo parecido.

Más allá de Cholo: cuatro ausencias demasiado tempranas

La pérdida del gran líder del Hai que roelo suma un nombre más en el panteón de mitos. Un espacio al que Cobo, Vallejo, Azcueta y Rafa Ceresuela, cuatro de los indiscutibles en aquella época, llegaron demasiado pronto.

José María Cobo. ADP - Hai que roelo
Cobo

El meta vasco José María Cobo perdió la vida en el ya lejano 1991, con tan solo 54 años de edad. El guardemeta compartió mucho protagonismo con Celdrán una vez llegó al PC F tras una buena trayectoria en Primera con el Sevilla.

José Vallejo. ADP - Hai que roelo
Vallejo

Ya en este siglo falleció José Vallejo. El centrocampista fue indiscutible en sus primeros cursos en el Pontevedra, club que dejó en el año 1968 para irse al Celta tras perder peso en la plantilla. El leonés murió en el año 2008, con 73 años.

José Luiz Azcueta. ADP - Hai que roelo
Azcueta

Seis años después expiró la vida del vasco José Luis Azcueta. El exdefensor falleció en 2014 a los 77.

Rafa Ceresuela. ADP - Hai que roelo
Ceresuela

Fue la última defunción antes de la del recordado Rafa Ceresuela. El maño llegó a Pontevedra joven y acabó siendo un pontevedrés más que participaba en la vida de la ciudad. Un cáncer acabó con su vida en muy poco tiempo, cuando apenas había cumplido 80 años. Más allá de su calidad humana, el zaragozano será siempre recordado por ser el autor del Gol do allo.

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