No es un Cisne, es un avión

El equipo pontevedrés arrolla al Villa de Aranda en una segunda parte antológica ▶ Villamarín y la defensa dirigida por un Calvo descomunal sacaron de quicio a un poderoso rival 
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photo_camera Carlos Álvarez celebra uno de los goles del Cisne Los Sauces. GONZALO GARCÍA

El Cisne Colegio Los Sauces pasó por encima del Villa de Aranda como una apisonadora para sellar su tercera victoria del curso y afianzar su liderato de Plata. El equipo pontevedrés rayó la perfección en una segunda parte memorable, plagada de intensidad y acierto. Una joya de coleccionista para los fieles del club. Un segundo tiempo en el que el nivel defensivo rozó la perfección y se alió con el Villamarín de las grandes jornadas para sellar un triunfo inesperadamente contundente (35-20, 18-4 del segundo acto).

El Cisne es un equipo reconecible en la fluidez ofensiva y velocidad. Un equipo que vive de las correrías de sus flechas exteriores y la rapidez de circulación en pri. gonzalo garcía mera línea al ritmo del baile de la muerte de Álex Chan.

Esa luz lo deslumbra todo e impide tener visión consciente del papel de secundarios aspirantes al Oscar en labores de intendencia. Y es que no se podría comprender el triunfo pontevedrés sin la labor de desgaste de una defensa perfectamente engrasada, en la que las piernas y el corazón de Iván Calvo ejercen el liderazgo al lado de su cómplice Conde: esos tipos del teatro que hacen más fácil la vida de los artistas. Al descanso, el duelo era un hermoso espectáculo de juego y tensión, con alternativas en ambos bandos, con errores e imprecisiones también y con ataques entonados (17-16).

El Cisne era capaz de anular el juego con el pivote Javi García, pero a cambio sufría la percusión de la primera línea visitante. En el segundo acto, Jabato aprovechó la distancia de la posición defensiva de Conde con el banquillo para hacerlo encajar con Calvo. Y el Cisne se puso a volar. Villamarín, que había tenido un primer tiempo de creciente acierto, apenas tuvo trabajo en un arranque del primer tiempo en el que los burgaleses acabaron desquicia dos, sin ideas, acosados por una defensa de dos mil piernas que se hizo infranqueable.

En esa dinámica, el parcial fue de 13-2 para reventar el duelo. A la zaga se unió la velocidad de los extremos, la puntería desde siete metros, el concierto de lanzamiento exterior. Brillo colectivo. La suma de las piezas, con mención especial para el crecimiento de Bruno Vázquez, las buenas sensaciones de Ocaña y el debut de Lysak. Ah, y de postre, diez paradas de Villamarín en el segundo acto. Algunas, de otro planeta.

Jabato "No recuerdo 30 minutos así" 
Jabato se deshizo en elogios hacia su equipo y sus hombres, sobre todo por la segunda parte de este sábado. "No recuerdo 30 minutos así. Sobre todo teniendo en cuenta lo que teníamos en frente. Hemos subido muchísimo la intensidad defensiva. No me queda otra que quitarme el sombrero con la segunda parte que han hecho", explicó el técnico cisneísta.

"Nos ha salido todo a favor y a ellos en contra. Estos segundos 30 minutos los guardaré, porque ha sido algo brutal", apuntó. Jabato excusó algunos fallos de precisión. "Jugando a esta velocidad e intensidad es normal que haya algunos errores» y recordó que el liderato no le quita el sueño. «No nos van a dar ningún premio por ser líderes".

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