"Es duro porque no depende de ti, de lo que puedas trabajar o no"

Quino Salvo, una de las leyendas del baloncesto gallego, está afrontando el ‘partido’ más importante de su vida, el de la existencia, ya que está siendo tratado de un tumor cerebral. Lo hace con el mismo arrojo y coraje que le caracterizó en su etapa como jugador y técnico
Manu Ferreiro le entrega una camiseta a Quino Salvo ante la presencia de Javi Llorente
photo_camera Manu Ferreiro le entrega una camiseta a Quino Salvo ante la presencia de Javi Llorente

En 2009 , llegó a Marín para coger las riendas de un Marín Peixe Galego que competía en esos momentos en la Liga EBA. Pese a que no consiguió el ascenso de categoría en las tres campañas que estuvo en la banda de A Raña, Quino Salvo llevó varias veces al club azul a la fase de ascenso a LEB Plata. No obstante, su mayor logro por aquel entonces puede que fuera sentar los sólidos cimientos del actual Ence Peixe Galego, transmitiendo su conocimiento, su experiencia y pasión por el baloncesto a jóvenes promesas como Manuel Ferreiro y Gregorio Adón, quienes a día de hoy son pilares importantes del cuadro ‘peixe’. Marín fue su último destino como entrenador, aunque sus caminos se volverían a enlazar en el futuro.

Y es que la vida puso a prueba su coraje el pasado mes de septiembre cuando se le detectó un pequeño tumor en el cerebro. Recientemente operado, el infatigable luchador volvió a reencontrarse el sábado con la que fuera su casa, su equipo y la afición ‘peixe’ a la que tantas alegrías dio como técnico.

Quino Salvo rememoró toda una vida ligada al deporte de la canasta antes del homenaje que se le brindó en el descanso del partido entre el Ence Peixe Galego y el Fundación Lucemtum Alicante.

En el plano personal, ¿cómo se encuentra tras el duro revés que le ha dado la vida?
Bueno, estoy recuperándome todavía. Voy por buen camino y me ha ayudado bastante el estar físicamente bien. Después anímicamente procuro ser positivo siempre, algo que siempre es importante para este tipo de situaciones.

Imagino que ya se lo habrán dicho mucho, pero seguramente, este es el partido más complicado de toda su vida ¿no es así?
Lógicamente cuando tienes una cosa así es difícil. Sobre todo porque no depende de ti, de lo que puedas trabajar o no, pero como he dicho, estoy bastante bien. Me queda solamente, digamos, que el empujón final.

¿Quiénes han sido sus principales apoyos en estos momentos?
Mucha gente me ha apoyado. Mi familia y mis amigos siempre han estado ahí desde el primer momento, pero también otras personas y gente del mundo del baloncesto. A veces tengo que contestar a mucha gente. Incluso me contactan desde el extranjero, jugadores que han jugado conmigo o que he entrenado y que se acuerdan de mí. Me llenan de ilusión pero la verdad es que me ha sido imposible el contestar a toda la gente (risas).

Veo que afronta este reto con la misma bravura, fuerza y positividad que le caracterizaban dentro de una cancha de baloncesto…
Sí, por supuesto, sin ninguna duda. De momento, me alegro de estar en Marín y de que vaya todo bien por aquí.

Juan Antonio San Epifanio ‘Epi’ reconoció que usted era uno de los defensores más duros a los que se tuvo que enfrentar a lo largo de su carrera deportiva. ¿Cómo se definiría como jugador de baloncesto durante su etapa profesional?
Yo probablemente no me definiría bien y lo harían mejor otros. Pero he de decir que era un jugador capaz de hacer más cosas aparte de defender (risas). No lo sé, lo cierto es que hubo momentos muy buenos tanto de jugador, como después de entrenador, así que me quedo con todas las cosas. Gracias a Dios, mi memoria sigue intacta y sigo acordándome de toda la gente y esos grandes momentos que tuve la suerte de disfrutar.

"Lo del Peixe Galego es un éxito extraordinario. Es todo a base de esfuerzo y muchas horas de dedicación"

¿Qué recuerdos guarda de su etapa en el club marinense?

Aquí en Marín no tengo más que buenos amigos y grandes recuerdos. Todos los recuerdos de la gente de Marín son positivos, buenos y fantásticos, y también de Luis Santiago que está haciendo una labor increíble con este club. Aparte del primer equipo que lo está haciendo fantástico, todo el trabajo que está realizando el Marín con los niños y niñas de la cantera, junto con la ayuda de gente que también está echando una mano, hace que se esté consiguiendo algo que no está haciendo ningún otro club de baloncesto en Galicia en este momento.

¿Cómo ve al Marín Ence Peixe Galego a día de hoy?
El primer equipo va primero y está jugando muy bien. De hecho me ha dicho Luis (Santiago) que hoy (por el sábado) va a venir mi amigo José Ramón Lete, que es el actual secretario xeral para el deporte y que jugó conmigo en el CAI Zaragoza. Le voy a decir que eche una mano grande aquí, porque la verdad es que la gente que está trabajando en Marín merece mucho la pena, por la labor tan grande que están llevando a cabo.

¿Cómo valora su paso por el banquillo del Marín durante aquellas tres temporadas?
Quizás fue un momento en que el equipo estaba comenzado a subir hacia arriba, y bueno pues yo procuré sobre todo enseñarles a los jugadores jóvenes lo que es un equipo más profesional. Creo que hay varios que tienen bastantes posibilidades de llegar lejos.

¿Cree usted que un club y una ciudad como Marín puede aspirar a metas más altas como el ascenso a una categoría superior?
Yo pienso que por toda la gente que está trabajando sí lo merecen, pero también merecen muchas más cosas por todo el trabajo que están haciendo. A mí me llaman mucho otros entrenadores y gente de otros clubs que entran en la página web del Peixe Galego y me dicen «¿pero cuántos habitantes tiene Marín?». Y cuando se lo cuento se quedan alucinados. Pero ya les explico que es todo a base de esfuerzo y muchas horas de dedicación. Este club es un ejemplo por toda su trayectoria. Son muchos años haciendo una labor excepcional y esta temporada está siendo extraordinaria.

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