Alejandro Blanco: «Es inadmisible que un deportista se pague ir a una competición»

Cuando se cumple un mes de la derrota de Madrid 2020 el presidente de la candidatura y máximo responsable del movimiento olímpico español recibe en su despacho del COE a Diario de Pontevedra para analizar lo que sucedió el 7 de septiembre, y los días antes, en Buenos Aires.

SU AGENDA sigue cargada de compromisos. En tres horas viaja a Ecuador como intermediario del Comité Olímpico Internacional en el conflicto del comité de aquel país, pero aún así Alejandro Blanco Bravo (Ourense, 1950) tiene tiempo para abordar con tranquilidad todos los temas de actualidad. Reconoce antes de que se encienda la grabadora, y después de recalcar su decepción e incredulidad por el resultado de la elección de la sede olímpica de 2020, que este verano solo ha podido estar un día en su refugio de la playa de A Lanzada: «Eso me da rabia porque allí somos felices».

¿Ya le ha hecho caso a la alcaldesa y se ha relajado tomando café con leche en la Plaza Mayor?

(Riéndose). No tomo café nunca, pero apoyo y apoyaré a la alcaldesa por sus palabras. Antes de que pronunciara oficialmente esa frase la escuchamos cincuenta o sesenta veces y a todo nos hizo gracia. Todas las intervenciones las ha diseñado el que está considerado como el mejor preparador (Torrence Burns) y creo que ese comentario es una anécdota dentro de un excepcional discurso.

Se cumple un mes desde la negativa del Comité Olímpico Internacional (COI) a Madrid. Cuando se queda solo y reflexiona íntimamente, ¿qué explicación, si la hay, encuentra a lo que sucedió?

Cuando hay una votación, como fue esa, siempre quedan muchos porqués, pero la realidad total nunca la sabrás. Se han juntado muchos condicionantes, unos los veías y otros no, y al final se ha producido un resultado que ha sorprendido a todo el mundo, y cuando digo a todo el mundo es a todo el mundo. Un convencimiento al que ha llegado todo el equipo es que más no pudimos hacer. La elección de una sede olímpica tiene unos parámetros que tú no puedes controlar.

Se han leído y escuchado muchas cosas (elecciones a la presidencia del COI, peso económico de Tokio, los contactos del jeque kuwaití Ahmad Al-Fahad…) sobre los aspectos que influyeron en el desastroso resultado de Madrid 2020, pero poco o nada de los errores, ¿no los hubo?

Seguro que sí (eleva la voz) porque no hay ninguna candidatura perfecta, es imposible. La perfección absoluta no existe, pero le hemos dado muchas vueltas y creo que el resultado no ha sido como consecuencia de errores. Veníamos de una situación de mucha desventaja y planteamos lo que podíamos plantear. Muchos nos han reprochado el concepto de candidatura ‘low cost’, pero es que España no puede presentar un proyecto que no sea de poca inversión, es totalmente imposible con la situación del país porque el Mundo no lo creería. Lo que ha derrotado a Madrid es nuestra economía. Que en el camino hubo errores es probable; sin embargo, lo que es cierto es que no somos conscientes de que alguno de ellos haya provocado la derrota.

Hablaba de una candidatura de bajo coste, pero lo que ha quedado claro es que ese concepto es incompatible con un club tan selectivo como el del COI.

Sí, pero en Copenhague (octubre, 2009) hubo un congreso en donde el COI habló de una serie de líneas para las sucesivas candidaturas y lo que estábamos planteando era un modelo, que fue ampliamente aplaudido por la prensa internacional en la presentación de Lausanne (principios de julio), que permitiría que muchos países pudiesen optar a ser sede olímpica porque, si todo van a ser grandes construcciones e inversiones majestuosas, solo cuatro estarían en condiciones de acoger unos Juegos. Hemos adaptado la candidatura a los tiempos reales, a lo que pide la sociedad, que no quiere grandes dispendios. Si el COI considera que ese no es el camino está en su derecho, pero nosotros debemos ser coherentes porque creemos en ello y porque actualmente en nuestro país no hay otra posibilidad.

¿Y la otra razón de presentar una candidatura de bajo coste se debe a que es la única manera de justificar unas instalaciones (Caja Mágica, Madrid Arena…) que ya están hechas y que sin Juegos Olímpicos no tienen razón de ser?

También, porque es verdad que siempre hemos hablado de lo que nos falta por invertir y nunca de lo que se invirtió, pero en cualquier caso cuando ponemos encima de la mesa las cantidades de las tres candidaturas las diferencias son increíbles. Nosotros no podemos competir, económicamente, con Japón y Estambul. Nuestro mensaje tenía dos direcciones, uno hacia la familia olímpica y el otro ante nuestra propia sociedad. Si nosotros hubiéramos hecho otro planteamiento nunca habríamos alcanzado los índices de apoyo (el 90 por ciento de la población) que tuvimos. La candidatura era una realidad de nuestro país.

Da la sensación de que la candidatura de Madrid 2020 estaba en un disparadero. Por un lado tenía que presentar un proyecto de bajo coste por la situación económica del país, pero por otro lo tenía que hacerlo ante un organismo, el COI, que es más partidario de los dispendios.

Lo que creo es que el Comité Olímpico Internacional tenía una teoría que ha presentado muy bien y la votación no ha ido en relación a ese pensamiento.

Pero eso siempre ha sucedido. En la elección de la sede de 2012 el COI no quería proyectos virtuales y le dio los Juegos a la candidatura más virtual (Londres), para 2016 decía que no había rotación de continentes y, sin embargo, sí la hubo.

Muchas veces la decisión no está de acuerdo con la filosofía, pero lo que prima es la votación. Yo quiero insistir en que Madrid ha presentado la candidatura que podía presentar y que refleja la situación de España, que también es la de muchos países. Si eso no es suficiente para que nos den los Juegos es que no podemos ganar este partido, pero lo que no podemos es engañar al movimiento olímpico y a nosotros mismos. A lo mejor es que con la situación económica de España no se debía haber presentado la candidatura.

Creo que no podía decir que no (asevera). Por dos razones. Una material: el 80 por ciento de las infraestructuras está construida, y específicamente, para los Juegos, por lo tanto considero que sería una barbaridad no continuar el camino hasta esta tercera elección. Hoy más que nunca España necesita el deporte, y eso hay que defenderlo y bien.

Perdone que le interrumpa, ¿no cree que la barbaridad es haber construido esas infraestructuras?

Eso no me corresponde a mí comentarlo. Siempre digo que no entro a valorar las decisiones políticas. Yo si tuviera que votar, lo haría por una candidatura que tuviera las instalaciones hechas porque el movimiento olímpico no debe ir en contra de la situación económica mundial, pero ha quedado claro que la mayoría de los miembros piensan de otra manera. A lo mejor es que lo que quiere la asamblea del COI tú no lo puedes hacer.

(Sigue con la explicación de la candidatura).

La otra cuestión, y muy importante, es que España necesitaba un proyecto como Madrid 2020. Pasamos una situación muy complicada y necesitábamos un sueño colectivo, que ilusionara a una sociedad que entendiera que se iba a organizar algo beneficioso para todos los españoles. Era un proyecto que mejoraba nuestra imagen, traía inversión extranjera y creaba 300.000 puestos de trabajo. Eso no solo se ha entendido sino que se ha respaldado, por eso hubo tanta decepción.

¿El resultado de la votación cuestiona al COI?

No lo cuestiona en su conjunto, pero nos hace ser más realistas porque todo depende de lo que voten sus miembros sin tener en cuenta parámetros objetivos, ni pensamientos… Ha quedado claro que está muy bien el camino que recorres; sin embargo, lo que importa es la votación final, que desgraciadamente no se rige por parámetros de evaluación. Le diré que hay una cuestión muy importante de la que nos olvidamos.

¿Cuál?

Aquí solo vale ganar, es verdad. Solo sirve la medalla de oro, pero para todo el equipo sería un trauma que en el corte no fuéramos los primeros y que el informe de la comisión de evaluación fuera un desastre, porque significaría que tu trabajo no vale para nada. Nunca habíamos pasado el corte como primeros, el informe fue espectacular… eso no nos lo quita nadie.

¿A que seguro que cambiaba todo por que le dieran los Juegos?

Es que (se hace el silencio por primera vez en 17 minutos de conversación) esa pregunta no te la puedo responder.

¿Por qué?

Porque creo que lo más importante es hacer las cosas bien, luego si ganas es una locura y si pierdes te decepcionas, pero no creo que puedas vencer haciendo las cosas mal. La votación no depende directamente de nosotros, de nosotros depende hacer la mejor candidatura.

Río de Janeiro fue la peor evaluada y, sin embargo, se llevó los Juegos de 2016.

Yo hablo de mi forma de ver la vida, no de la de otras candidaturas. A lo mejor usted cree que pienso un poco raro, pero lo cierto es que pienso así. Si haces las cosas bien y no ganas, esa noche tienes la tranquilidad de decir que no has podido hacer más. La tragedia hubiera sido haber perdido y tener dudas.

¿Qué piensa cuando escucha el nombre de Ahmad Al-Fahad?

Que actualmente es el hombre más fuerte del movimiento olímpico, presidente de todos los comités nacionales, sabe lo que quiere y tiene un poder extraordinario. Le diré que con España se lleva muy bien.

¿Era imposible acercarse a él como hizo Tokio?

(Tarda en responder seis segundos). Creo que estábamos muy cerca de él, lo sé; pero tendrá su opinión y su porqué. Focalizar toda la elección en él es un error.

Deportistas pagándose desplazamientos para participar en competiciones internacionales representando a España, fuga de talentos, entrenadores de medallistas olímpicos que al día siguiente de Londres 2012 se van al paro… Todo eso suena incompatible con aspirar a unos Juegos Olímpicos. ¿Hacia dónde camina el deporte español?

Ahora estamos en el verdadero problema del deporte español, que no es ajeno al que está viviendo el país. Hubo unos recortes grandes en todos los ministerios y el deporte no podía quedar al margen. Estamos en una situación muy complicada. El gran sueño era que nos concedieran los Juegos, que además servirían para salvar esta delicada situación. Eso es lo más preocupante y hay que arreglarlo, si no se hace hay que decirle a la sociedad la verdad. Lo que no se puede permitir, de ninguna manera, es que un deportista que vaya a representar a España tenga que pagarse el viaje a un campeonato. Es inadmisible. Se tienen que buscar las soluciones que sean, pero nadie puede ir representando a España, sobre todo en los deportes en los que no hay medios, pagándoselo de su bolsillo, y eso no es tan complicado de hacer si hay una buena planificación. El futuro es muy negro.

El presidente Rajoy conoce la situación, yo por lo menos se la he explicado, y pienso que en la medida de lo posible tratará de salvarla. En los últimos cinco años el presupuesto de las federaciones ha bajado un 73 por ciento. Hay medidas que hay que tomar como en otros países, sea de ayudas de empresas a deportistas y que a cambio reciban beneficios u otras cosas. Yo no sé si eso se llama ley de mecenazgo o de ayudar al deporte o de cualquier otra forma, pero los deportistas necesitan un mayor apoyo para mantener este nivel. Actualmente, España es admirada en el Mundo por el deporte, fundamentalmente, y eso va a caer en picado. Y repito, si no se pueden conseguir soluciones habrá que explicárselo a la sociedad y a los deportistas.

Pero llegarán los Juegos Olímpicos y se pedirán medallas.

Por eso digo que hay que decir la verdad. Nuestros resultados son impresionantes porque hay una élite muy buena, pero o la mantienes con medios o si no desaparecerá y no vendrá un relevo. No hay que engañar a la gente. Un deportista siempre te entenderá si le dices la verdad; no lo hará, y no lo olvidará, si le engañas, por lo tanto hay que ser claros. Nuestros deportistas son auténticos héroes. Si hiciéramos la comparación ‘inversión-medalla’ con otros países de nuestro alrededor la gente se quedaría asustada.

España es una potencia en los deportes mediáticos (fútbol, baloncesto, motociclismo, tenis…), pero ¿esos resultados ocultan la realidad de muchas disciplinas, la mayoría de ellas en las que se basa el programa olímpico?

Claro. Sin duda. Esa es la verdad. Hay dos tipos de deportes, los mediáticos y el resto, cuyos practicantes dependen de las becas y ayudas. Tú personalmente no puedes mantener la alta competición de España si estamos defendiendo el deporte como lo estamos haciendo y considerándolo como el principal factor de integración, cohesión… Esas disciplinas, que son más del 90 por ciento, no tienen un futuro negro sino terrible.

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