A Escusa se recupera

La prueba automovilística de Poio, que se celebra en una única jornada el sábado, contará con la participación de casi 60 pilotos, 20 más que el año pasado
photo_camera Uno de los coches participantes en la edición del año pasado. GONZALO GARCÍA

Después de unas semanas marcadas por el enfrentamiento entre un grupo de pilotos y la Federación Galega de Automobilismo (FGA), el foco vuelve a estar puesto en la competición.

La 23ª Subida A Escusa, que según Noemí Blas, presidenta de Buxa Motor –escudería organizadora, formada solo por mujeres–, "nunca ha corrido peligro de no celebrarse", arranca el sábado, dando el pistoletazo de salida al Campeonato Gallego de Montaña.

La FGA publicó este miércoles la lista de inscritos. Un total de 59 pilotos participarán en la primera prueba de la temporada del circuito autonómico.

"Las escuderías no tenemos nada que ver. Son la FGA y los pilotos los que tienen que dialogar y llegar a un acuerdo, no hacer chantaje a las organizaciones", considera Noemí.

Lejos de resentirse, la prueba ha ido hacia arriba. En septiembre del año pasado –con el cambio de gestión en la Federación, la subida ha regresado al mes de junio– fueron 39 los participantes, 20 menos que en esta edición, incluso a pesar de los problemas.

La presidenta de Buxa Motor siempre tuvo claro que "la prueba se haría". "Los trofeos ya están comprados desde hace más de un mes, la cartelería está lista. ¿Cómo iba a pararlo? ¿Quién iba a pagar esto? Es muy difícil", explica.

El coste de la Subida A Escusa puede girar en torno a 30.000 euros. "Solo de premios en metálico se darán más de 7.000, es un gasto muy grande", reconoce Noemí.

Ella es consciente de que "no sale rentable" a nivel económico y cada año le asaltan las dudas, pero sigue al pie del cañón. "Nos motiva la fe. Es el deporte que nos gusta, donde siempre hemos estado metidas, entonces luchamos por seguir. Pero es muy difícil cerrar presupuestos", lamenta.

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