Examen tras examen

Moreira es la principal duda del Pontevedra contra el Boiro. javier cervera-mercadillo
photo_camera Moreira es la principal duda del Pontevedra contra el Boiro. javier cervera-mercadillo

PONTEVEDRA. Los dos últimos meses del año son tan necesarios como estresantes para el Pontevedra. El martes el Cerceda, hoy el Órdenes, hoy el Boiro, mañana el Somozas. En unas semanas el conjunto granate atravesará todas las reválidas necesarias para obtener el carné de favorito antes de Navidad, la fecha para ser felices, descansar y estrenar los juguetes con los niños.

Antes de jugar con el Scalextric, la Barbie y el coche teledirigido, el conjunto granate deberá hacerse acreedor de todos esos regalos en el examen de los exámenes, el Boiro. El equipo de Gelucho ha pasado de ser candidato a ser favorito y de ser favorito a ser el favorito, tras confirmar que el hecho de estrenar la categoría no ha frenado su ambición y su impulso, amparados en la calidad de sus piezas.

El conjunto barbanzano dispone de la plantilla más cara y probablemente más larga de la competición, junto con la del propio Pontevedra. Su trayectoria lo avala y nombres como los de Iván González, Tachi, Mackay, Padín o Armental confirman sus poderes, que lo han llevado hasta la segunda posición de la competición.

El bloque de Manu Fernández, sin embargo, no quiere prestar más atención de la debida a su adversario y sí centrarse en su trabajo, en sus posibilidades. «No vaya a ser que de tanto hablarles de sus jugadores al final los acabemos convirtiendo en mejores de lo que son», advierte el propio responsable del banquillo granate.

La gran reválida servirá para determinar dónde se encuentra el Pontevedra, cómo ha evolucionado, si es que lo ha hecho, en relación con su temor a los gritos y silbidos de Pasarón, y si es un favorito de fiar o no. El triunfo, además, serviría al once pontevedrés para colocarse cerca de la cabeza como nunca antes lo ha estado en este curso. Para empezar, el Boiro se quedaría a un punto. Y las otras escuadras que lo anteceden en la tabla, que hoy, al cierre de esta edición, estaban dándole patadas a un balón todavía y sufriendo, podrían ver su plaza amenazada por el crecimiento del cuadro de la ciudad del Lérez.

Manu Fernández tiene una única duda y varias bajas. No podrá contar con Fran Fandiño, Benja, Javi Otero y Tubo, todos con problemas físicos, y además no sabe si alineará o no a Moreira. En cualquier caso, el carballés no completará todo el enfrentamiento.

Cuando menos, el once lerezano recupera a David Pérez, lo que concederá al equipo algunas variables más en la zona avanzada.

Reacciones

Manu Fernández no quiere conceder más importancia de la debida al partido que su equipo afronta esta tarde contra el Boiro. Para empezar, cree que no tiene por qué servir para definir exactamente cuáles son las cualidades de su once. «Lo del nivel es algo relativo, porque este es un partido únicamente y el nivel depende de la regularidad. Pero es cierto que nos dirá dónde estamos. Si ganamos nos servirá como un impulso anímico».

Manu está habituado a pensar en envites complejos en las últimas semanas. «Venimos hablando de estos partidos mucho tiempo. Cuatro de los últimos encuentros han sido ante rivales de este tamaño. Intento quitarle hierro al asunto, ya que cuando perdimos contra el Cerceda nos pusimos a siete puntos. Ahora estamos a menos. Queda mucho por jugar. Pero si ganamos, daremos un salto importante, más psicológico que otra cosa. Nos pondríamos a un punto del Boiro, que parecía inalcanzable».

El preparador granate entiende que el nombre del adversario no cambia la mentalización de sus hombres. «No tenemos una motivación especial porque sea el Boiro. No quiero centrarme en el rival, no quiero sobrecargar al jugador con detalles de los futbolistas rivales. Es un partido más, con el detalle de que es un rival directo y de que es entre semana», concluyó el preparador lerezano.

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