Un 'fast-trick' de plusmarca: María León logra marcar tres goles en tan solo 71 segundos

La gijonesa llevó el empate a cuatro al marcador marinense, pese a los tres goles del Valdetires Ferrol previos al descanso
María León, en la portería de A Raña. GONZALO GARCÍA
photo_camera María León, en la portería de A Raña. GONZALO GARCÍA

Fue rápida para adaptarse a los 18 a un deporte que apenas había probado en pachangas. Y desde entonces, María León (Gijón, 1998) no ha bajado el ritmo. Pero el pasado fin de semana, llegó al culmen de ese frenesí al que se ha subido desde su mayoría de edad. Y es que la pívot tudense -de adopción- logró el pasado fin de semana lo que nunca había hecho en sus dos años y medio vistiendo la camiseta del Marín Ence Futsal: lograr un hat-trick. El hecho ya es reseñable de por sí. Pero comprenderán que no es igual una voltereta aérea simple que añadirle un doble tirabuzón. Y eso, el más difícil todavía, se tradujo en marcar sus tres tantos en solo 71 segundos de juego. Una barbaridad.

"No me lo creo ni yo", reconoce la protagonista de la hazaña, una María León que hasta la fecha ni siquiera había alcanzado la marca de dos tantos en partido alguno con el Marín. "En ningún momento me paré a pensar en lo que estaba pasando", expresa la jugadora, capaz de marcar el segundo, el tercero y el cuarto gol del equipo y llevar el empate a cuatro al marcador cuando al descanso era de 0-3 a favor del Valdetires Ferrol, el líder del grupo gallego de Segunda División Femenina.

Finalmente, el marcador fue de 6-6. El Marín, con el fast-trick de León, logró poner el 6-4 en el marcador. Pero el líder acabó empatando el duelo a falta de 30 segundos. "Desde que marcamos el primero, tuvimos la sensación de que íbamos a remontar. Esos goles los marqué yo, pero fueron fruto del empuje de todo el equipo. En ese momento solo estás emocionada por ver que lo estás consiguiendo. Al descanso nos fuimos 0-3, pero hablamos que no podíamos hundirnos", expresa la de Tui, que incluso reconoce que el 6-5 que acercó al rival en el marcador llegó por un fallo suyo. "Estaba cerca del área propia y tendría que haber despejado", admite.

Pese a este carrusel de emociones, el 6-6 dejó en el equipo una sensación agridulce. Agria porque el líder se escapó vivo de A Raña y el Marín perdió la oportunidad de colocarse a tan solo dos puntos. Y dulce por "demostrar el equipo que somos". "Teníamos claro que podíamos competir contra ellos. Nos llevamos un pequeño golpe en la tabla, pero ahora quedan los últimos partidos de la primera fase y son muy importantes para pasar con el máximo número de puntos posibles", destaca León.

De este modo, María contribuyó con su producción goleadora a la buena dinámica del equipo, que desde la llegada de Raúl Jiménez encadena solo buenos resultados, incluido un impresionante 14-1 ante el Inter Sala. Aquel día, la pívot marcó "solo" uno. Y es que la tudense reconoce "no ser muy goleadora": 

En ningún momento me paré a pensar en lo que estaba pasando. Solo estás emocionada por ver que estás remontando

GOLES ESCONDIDOS. Pese a ello, fueron precisamente los goles la razón por la que el Marín se fijó en ella en el 2018. "A los 18 empecé a jugar al fútbol sala en el Tui, que estaba en categoría provincial. Marqué 60 goles y quizá eso hizo que me conocieran y apostasen por mí", explica María, que llegó al Marín coincidiendo con el inicio de la corta etapa de Manu Cossío. "Fui a vivir la experiencia, súper ilusionada claro. Al principio sabía que no iba a tener minutos, porque el salto a nivel táctico sobre todo era grandísimo. Iba a aprender y sabía cuál era mi papel", apunta.

La pívot tuvo "paciencia" y aunque en su segundo año sintió que "podía aportar algo más", empezó a contar mucho para Pili Costa a partir del pasado enero. Ahora le llega el premio, en forma de un hat-trick tan rápido que es una plusmarca y le permite seguir quemando etapas cuando hace tres años, ni siquiera sabía lo que era jugar federada.

Baloncesto: Su deporte porque no había equipos
A pesar de que siempre ha sido una enamorada del fútbol, María León tuvo que pasarse toda su infancia y adolesencia jugando con los pies en patios, jardines, calles y plazas. Y es que la gijonesa llegó a Tui a los siete años, pero en la villa de la comarca del Baixo Miño "no había equipos de fútbol sala" para mujeres.
Entonces, decidió apostar por el baloncesto. Una disciplina en la que disfrutó y que, asegura, se le dio relativamente bien pese a su baja estatura. "¡Era base!", reconoce entre risas la tudense.
Pero llegó la etapa de comenzar la universidad y María se decantó por Educación Primaria, en Vigo. Fue entonces cuando vivió su único paréntesis con el deporte, de un año. "Durante ese tiempo me di cuenta de que tenía que seguir haciendo deporte. Así que al año siguiente me apunté al equipo de Tui femenino de fútbol sala", reconoce la jugadora que curiosamente pasó de ser base en baloncesto a ser pívot en fútbol sala, una posición que también existe en el deporte de la canasta, pero reservada para jugadoras de gran talla. Lo contrario que ella.

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