Fin de las probaturas

El Pontevedra cierra la pretemporada ante el Estradense con bajas y puestos muy abiertos
David Soto pasa el balón en el encuentro de pretemporada ante el Celta B. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera David Soto pasa el balón en el encuentro de pretemporada ante el Celta B. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Ya huele a fuego real. A falta de once días para su debut oficial en Primera Federación ante el Alcorcón en Pasarón (domingo 28 de agosto, 19.30 horas), el Pontevedra remata este miércoles en A Estrada su período de probaturas. El choque ante el Estradense, previsto para las 20.30 horas en el Novo Municipal, marca el punto y final de una pretemporada que contará con tres sesiones de entrenamiento más a partir de este miércoles, antes del descanso del domingo y de entrar en la semana de competición.

Pero antes de centrarse en el duelo del conjunto alfarero, un recién ascendido que visitará la Boa Vila y ante el que el PCF tiene 'cuentas pendientes' desde hace más una década, el bloque granate se centra en pulir los últimos detalles ante su primer -y último- rival estival de Tercera División. Será el Estradense un rival intermedio entre las dos pruebas de más nivel -Lugo y Celta B- y los test de exigencia más baja -Villalonga y Juvenil de Ponteareas-. El Pontevedra convenció ante los enemigos de las categorías más altas. Y aunque acabó goleando al Villalonga (0-6), fue incapaz de marcar un solo tanto al Juvenil de Ponteareas (0-0), en un último encuentro que fue continuación del flojo partido de Coruxo (1-0) y en el que su desorganización en la segunda mitad recordó a lo ya vivido en Ourense (1-1).

Por ello, el cuadro granate necesita recuperar ciertas sensaciones positivas para afrontar los últimos días de trabajo sin competición de la mejor forma posible. Aunque suceda lo que suceda este miércoles en A Estrada, todo el mundo sabe que pocas, muy pocas o ninguna conclusiones se deben sacar de las pretemporadas.

Bajas, canteranos y Derik

El técnico granate, Antonio Fernández, tiene claro que las grandes pruebas ya han pasado. Y de ellas ha podido extraer las mejores enseñanzas del verano de cara a preparar al equipo para el salto a Primera Federación. Sin embargo, el duelo en el Novo Municipal será la última oportunidad para certificar varios de los frentes que todavía tiene abiertos el cuerpo técnico pontevedrés.

El primero es la continuidad de Derik. El central madrileño llegó hace casi un mes a la disciplina lerezana, pero una lesión muscular en sus primeros minutos de pretemporada ante el Lugo han impedido obtener una buena muestra de su nivel.

Ya reincorporado al grupo desde hace un par de semanas, el exfutbolista del Deportivo, el Numancia o el Bolton inglés ha podido disputar 45 minutos en Coruxo y 90 en Ponteareas. En el primero de los duelos pagó su inactividad errando en el gol. En el segundo aguantó con solvencia en un encuentro de baja exigencia defensiva. El central debe corroborar su buen nivel en los entrenamientos con una actuación solvente este miércoles en el sintético dezano.

Más allá de la continuidad o no del defensor criado en el Real Madrid, el Pontevedra cuenta con varios canteranos que deben terminar de opositar a entrar en los planes de Antonio Fernández de cara a la primera jornada. Quien más opciones tiene es Sergio Abal. El defensa de 21 años, que llegó el pasado curso procedente del Gran Peña -se formó en el Choco- ha sido quien más minutos ha jugado esta pretemporada. A su buen nivel para cumplir como central y, sobre todo, lateral izquierdo se le han unido las bajas de Samu Araújo y Diego Seoane, que han dejado los flancos de la zaga huérfanos. Ambos siguen trabajando al margen mientras su recuperan de sus dolencias en el gemelo y en el pubis, respectivamente.

También le ha ayudado a tener protagonismo a Abal la ausencia de Álex González, que puede actuar como lateral izquierdo de emergencia. El capitán realizó ayer algunas tareas con el grupo, pero parece demasiado precipitado verle hoy sobre el sintético de A Estrada teniendo en cuenta que sus problemas son de origen muscular.

Así, con las bajas de Araújo, Seoane, Álex González y un Churre que trabaja también al margen por precaución, será el turno para que el resto terminen de ganarse un puesto en un once de Antonio Fernández que, a día de hoy, parece todavía muy abierto.

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