El túnel que no acaba

Fran Rico, en un entrenamiento con el Granada. GRANADA CF

Fran Rico disputó su último encuentro en febrero de 2017 ▶ Las lesiones le han impedido jugar en los últimos dos años

Mucho tiempo. Demasiado. Fran Rico sigue transitando por un túnel muy oscuro, de dos años de longitud. El próximo lunes, el centrocampista de Portonovo cumplirá su segundo año natural sin vestirse de corto para disputar un partido oficial.

Lejos le queda a Fran aquel 18 de febrero de 2017, cuando jugó sus últimos minutos como futbolista. Fue en el Ramón Sánchez Pizjuán, con la camiseta del Éibar. El resultado fue 2-0 para los locales y Fran jugó todo el partido. La tristeza era solo por el marcador. Seguramente no se imaginaba todavía lo que estaba por llegar.

En el verano de 2016, Mendilibar convenció al de Caneliñas para que aceptase cambiar Los Cármenes, donde no iba a ser imprescindible para Paco Jémez, por Ipurúa. Así, se cerró una cesión por dos temporadas. A Fran le iba bien en la localidad armera. Había disputado 17 encuentros y anotado dos goles (uno en el Bernabéu). Pero entonces, todo se truncó. Las molestias en su maltrecha rodilla derecha reaparecieron. Y lo que iban a ser días de baja se convirtieron en años.

El centrocampista ha vuelto a entrenar esta semana con el grupo y ayer disputó un partidillo contra el filial

Fran no estaba bien. Su articulación no respondía. Y no pudo volver a los terrenos de juego esa temporada. Tampoco la siguiente, en la que continuó cedido en Éibar (como así estipulaba su contrato) con el objetivo de volver a ser uno más del equipo azulgrana.

El pasado verano, Rico regresó a Granada, con el que todavía tiene vinculación hasta junio del 2020. Su objetivo pasaba por volver a sentirse futbolista en el club donde debutó en Primera y que, pese a su paréntesis en Éibar, nunca ha dejado de tener en mente. Él es del Granada. No en vano, pese a su aventura vasca, volvió a recuperar el estatus de capitán que había adquirido antes de su marcha.

Durante la pretemporada, el mediocentro de 31 años fue sometido a una neuromodulación por radiofrecuencia. Fue su última intervención en la rodilla lesionada, de la que lleva tratando de recuperarse estos últimos meses con trabajo de gimnasio, piscina y fisioterapia. Pese a estar al margen del grupo, ha sido uno más en el vestuario nazarí.

LUZ. Pero esta semana, Fran ha dado un paso más hacia su recuperación definitiva. Ha vuelto progresivamente a los entrenamientos grupales y este miércoles participó en un partidillo ante el filial.

Pese a que nadie quiere poner todavía plazos para su vuelta, la ilusión es ahora más fuerte. Fran ya vislumbra la luz.

Mala suerte. Una carrera marcada por su rodilla derecha
Siete operaciones en la rodilla derecha, una articulación que lastró su posible debut con el primer equipo del Real Madrid y que, posteriormente, le impidió asentarse en Primera División con el Granada y el Éibar.

Fran Rico se rompió el ligamento cruzado y el menisco de su rodilla con 21 años, en septiembre de 2008, apenas unas semanas después de haber fichado por la entidad de Chamartín. Ese mismo año tuvo lugar su primera intervención quirúrgica. Trece meses después de su lesión reapareció.

Tras dos temporadas limpias en el filial, Rico fue traspasado al Granada. En 2011 debutó en Primera División. En marzo de 2012 empezaron los problemas: se le detectó una sinovitis y fue sometido a una artroscopia.

La recuperación no fue buena y en enero de 2013 se le detectó una úlcera, que fue tratada con factores de crecimiento a través de una nueva artroscopia. Año y medio después de su último partido, en agosto de 2013, volvió a jugar un partido oficial. Parecía que todo se había acabado, porque enlazó dos campañas a buen nivel y sin molestias. Pero en febrero de 2017 volvieron los problemas. Primero le limpiaron unas adherencias, luego intervinieron una condropatía y más tarde eliminaron osteofitos, antes de la neuromodulación a la que se sometió en verano de 2018.