Tres intentos para retirar el turismo

"Fue un auténtico milagro: mi hijo no sabe nadar"

Ana, la madre de Fabio, el niño de 12 años que se salvó tras caer al Lérez, relata lo ocurrido ► La conductora, cuñada del chico, tuvo la pericia suficiente como para salir del vehículo junto al menor sin sufrir daños
La madre del niño que sufrió el accidente, en As Corvaceiras
photo_camera La madre del niño que sufrió el accidente, en As Corvaceiras

¿Dónde está el buzo? Los empleados del servicio de grúa que acudieron en la tarde del viernes al muelle de As Corvaceiras se sorprendieron al comprobar la situación en la que se encontraba el turismo, un Volkswagen Golf IV de color negro, que tenían que sacar del cauce. Sobre las 19.15 horas, con la marea baja, iniciaron los trabajos previos para acometer el ‘rescate’ de un vehículo que llevaba casi 24 horas sumergido en la desembocadura de los ríos Gafos y Lérez, unos metros antes del inicio del canal principal de la ría.

El coche, inservible, acabó en el agua de un modo difícil de explicar. Laura, su conductora, una joven de 21 años con solo dos años de experiencia al volante, estaba efectuando una maniobra de estacionamiento cuando puso marcha atrás y pisó el acelerador más de la cuenta, con el infortunio de que las vallas protectoras, que ya estaban dañadas previamente, no soportaron el impacto.

"El coche se fue al agua en pocos segundos. Fue un milagro. La ventanilla, que estaba un poco abierta, se rompió por la fuerza del agua. Eso fue lo que les salvó". Ana, la madre de Fabio, el niño que se encontraba en el interior del turismo en compañía de su cuñada, explicó a este periódico las circunstancias del suceso que estuvo a punto de convertirse en una tragedia mayúscula. "Fue un milagro. El coche ya no sirve para nada, pero lo importante es que ellos están bien", añadió.

Ana añadió que "los dos salieron por su propio pie, aprovechando el hueco de la ventanilla que se había roto. Mi hijo no sabe nadar. Somos muy afortunados de que no hubiese ocurrido nada".

EFECTOS PERSONALES. Las dos víctimas del accidente abandonaron el coche al mismo tiempo que se estaba hundiendo, en cuestión de segundos después del impacto. Ello hizo que dejasen atrás los efectos personales que tenían en el vehículo, entre los que se encontraban el sueldo del mes que acababa de percibir la conductora. El turismo, que quedó inservible tras las horas que permaneció sumergido y los impactos contra las vallas y el muelle (además de la acción de la propia grúa) acababa de salir del taller. "El coche es de mi otro hijo. Acababan de pagarse 2.000 euros en el taller", recordó Ana, aún con el susto en el cuerpo.

Tanto ella como su hijo Fabio fueron atendidos en la madrugada del jueves al viernes en el Hospital de Montecelo debido a la ansiedad lógica del menor, de solo doce años, y a un golpe que sufrió su madre en el propio centro médico, aunque sin mayor importancia.

REACCIONES. La jornada del viernes no fue habitual para ninguno de ellos, si bien la conductora del vehículo acudió, como cada día, a su puesto de trabajo. El impacto de la noticia entre los vecinos les convirtió, por un día, en el centro de atención del barrio donde residen, en la Rúa Nova de Arriba.

Un pescador que presenció los hechos desde la distancia explicó que "fue todo muy rápido. Vi el coche golpear las vallas y salir hacia el río y al poco tiempo ya estaba sumergido. Fue un milagro que se salvasen".

Otro hombre que frecuenta habitualmente el muelle de As Corvaceiras para practicar pesca deportiva explicó que otro turismo estuvo a punto de correr una suerte similar a la del Golf de anteanoche en la misma zona. "Estaba aparcando, era un chico, y llegó a golpear las vallas, aunque pudo frenar a tiempo", recuerda.

El suceso y el posterior rescate llamaron la atención de numerosos curiosos, entre los que se contaban personas residentes en As Corvaceiras y otras que frecuentan sus inmediaciones para pasear o bien para hacer deporte. Un hombre de edad avanzada recordó que "hace unos años cayó un coche en esta otra zona (señalando al lugar en el que el Gafos se une con el Lérez y la ría, unos metros más abajo de la rotonda de San Roque). Perdió el control en la curva y en aquel caso no pudo salir y nadie pudo ayudarle".

La memoria del vecino no era mala. Ocurrió en el año 2005. Un vehículo con tres ocupantes acabó en aguas del Lérez después de que su conductor perdiese el control del mismo a la altura del Gremio de Mareantes, a pocos metros del lugar del accidente del jueves.

En aquel caso, dos de las víctimas pudieron ser rescatadas (intervinieron los Bomberos, además de otras personas). Sin embargo, un varón adulto perdió la vida en el citado enclave.

El exceso de velocidad pudo estar detrás del siniestro aquella mañana (el accidente se produjo minutos después de las 7.00 horas). Igual que ocurrió anteanoche, las vallas protectoras que separan el muelle de As Corvaceiras del cauce del río no aguantaron el impacto ni evitaron que el vehículo cayese al agua.

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