2-1. Casta y coraje sin premio para el Pontevedra

Lo intentó hasta el final, incansable y sin tirar la toalla, pero la casta y el coraje del Pontevedra no fueron suficiente para puntuar en el Estadio Fernando Torres. El conjunto que dirige Juan Señor plantó cara en un partido en el que disputó 50 minutos con uno menos, tras la expulsión de Luis Martínez. Una acción que supuso el primer gol, de penalti, del Fuenlabrada, y al que supo reponerse un Pontevedra que encontró el equilibrio entre generar peligro y cubrirse en defensa. Pero con diez, la valentía de los granates fue castigada con un buen contraataque de los de Alfredo Sánchez, que de mano del bigoleador Diego Campos se acabaron llevando los tres puntos (2-1).

Los primeros compases del partido marcaron el guion de una primera mitad equilibrada en cuanto al dominio del balón, con posesiones cortas. La primera jugada de peligro fue para los locales, en un buen contraataque que Diego Campos culminó con un disparo que se marchó fuera de la portería defendida por Cacharrón. Pese a la buena presión ejercida por el Fuenlabrada, los granates consiguieron llegar al área rival en los primeros minutos gracias a un buen balón filtrado por Diego Seoane para Rubio, que forzó el primer saque de esquina del partido. Borja Domínguez puso el esférico en corto, pero los pupilos de Juan Señor no se entendieron sobre el terreno de juego y el balón se perdió sin generar peligro.

Sí lo hizo Alberto Rubio en la siguiente jugada, con un disparo que puso sobre aviso a Craninx. Duelo equilibrado entre los dos conjuntos, con un importante trabajo de la defensa granate, que apenas permitió que las buenas combinaciones del Fuenlabrada por los costados llegaran con peligro a la portería de Cacharrón. A punto de cumplirse el minuto 20 de juego, Rubio volvió a ser protagonista de una jugada de peligro del Pontevedra, con un disparo a portería que tuvo que despejar Craninx para evitar el 0-1 en el marcador. Con el paso de los minutos, el Pontevedra se fue encontrando más cómodo en el partido, con posesiones más largas y recuperando rápido el balón. Sin embargo, las imprecisiones tanto locales como visitantes desequilibraron la balanza y ninguno de los dos equipos consiguió hacerse con el dominio del juego.

También el Fuenlabrada dio paso a su faceta más ofensiva con buenas combinaciones de Diego Campos por el costado zurdo, buscando las internadas en el área de Fer Ruiz. Cerca de la media hora de juego, con un gran control Brais Abelenda filtró un balón para Rubio, que la cruzó demasiado y el esférico se perdió por detrás de la portería local.

En la siguiente jugada, Cristóbal puso un centro raso para Campos, que no consiguió cazarlo y Álex González recuperó para su equipo. Importante trabajo en defensa del Pontevedra, con un Churre que fue decisivo en una jugada en la que logró robar el balón limpiamente a Fer Ruiz, que a punto estuvo de adelantar a los locales. Se hizo con el esférico el Fuenlabrada, que consiguió mantener posesiones más largas y generar peligro al Pontevedra. Con un magnífico arranque por el costado izquieredo de Aguirre, Fer Ruiz remató de cabeza, pero Cacharrón se hizo con el balón en una acción providencial del guardameta granate para mantener las tablas.

La igualdad en el partido se rompió por completo cerca del minuto 40 de juego en una desafortunada acción defensiva de Luis Martínez. El central granate fue con todo al suelo para despejar un disparo de Diego Campos, pero al caer sobre el terreno de juego el balón dio en el brazo de Martínez y el colegiado señaló penalti a favor del Fuenlabrada. Una acción que condicionó al Pontevedra al suponer también la expulsión de Luis Martínez al ver la segunda tarjeta amarilla, después de haber visto la primera en el minuto cinco de partido.

No falló desde los once metros Diego Campos, que con un disparo al centro de la portería batió a Cacharrón. Golpe muy duro para un Pontevedra que estaba haciendo méritos para aguantar al menos el empate hasta el descanso. No movió el banquillo Juan Señor, que apostó por retrasar a Álex González al lateral izquierdo para que Churre pudiera situarse como compañero de Soto en el centro de la defensa.

El Fuenlabrada, con superioridad en el campo y en el marcador, consiguió acorralar a un Pontevedra que supo jugar su partido y resistió con diez los últimos minutos de la primera mitad.

Reacción y castigo

El paso por vestuarios valió al Fuenlabrada para asimilar su ventaja en el marcador y salir al terreno de juego del Fernando Torres a marcar un ritmo mucho más calmado en el partido. Se mostró sólido en defensa el Pontevedra en los primeros minutos de la segunda mitad para frustrar las acometidas locales.

La primera de los granates fue de Álex González, con un disparo con la zurda que se fue por el lateral de la portería defendida por Craninx. En la siguiente jugada, Rubio consiguió filtrar un gran pase hasta entre tres jugadores del equipo madrileño para que el balón llegara a Brais Abelenda, al que la defensa local robó el balón que mandó a saque de esquina.

Apretó el Pontevedra en los primeros instantes tras el paso por vestuarios. Las jugadas a balón aéreo, protagonistas en el primer tiempo, volvieron a pasar a un primer plano con buenas ocasiones de los granates desde la esquina de córner. No le perdió la cara al partido un Pontevedra que supo conseguir el equilibrio entre acciones elaboradas de ataque y una defensa bien replegada.

La tuvo Charles superados los diez minutos de juego en una acción estudiada de los granates, en la que el brasileño remató de cabeza pero Craninx la detuvo. La insistencia valió su recompensa para un Pontevedra que en la siguiente jugada de peligro encontró el gol. Alberto Rubio colgó el balón directamente a la cabeza de Brais Abelenda, que remató ante un Craninx que trató de despejar el esférico, pero acabó encajando el empate del Pontevedra.

Tiró de valentía un Pontevedra en el que Juan Señor decidió dar entrada a Rufo para buscar la victoria con más efectivos en ataque. Apenas habían transcurrido cinco minutos de juego cuando el técnico granate tuvo que utilizar una nueva ventana para dar entrada a Derik Osede debido a la lesión de Churre, que se retiró del campo con molestias. A pesar de estar con un jugador menos, el Pontevedra consiguió dificultar las acciones ofensivas de un Fuenlabrada que intentaba llegar con peligro a la portería de Cacharrón.

La valentía acabó castigando a un Pontevedra que avocado al ataque, encajó el segundo tanto del Fuenlabrada en un buen contraataque de Cristóbal. El jugador madrileño se llevó el balón en carrera y se lo filtró a Fer Ruiz, cuyo disparo fue directamente al palo. El balón quedó muerto y Miguel Román despejó hacia Cristóbal, quien se la dejó a Diego Campos en el costado izquierdo, dejándole el balón al autor del primer tanto que sin dudar batió a Cacharrón para poner el 1-2.

Duro golpe para el Pontevedra, que después de plantar cara con diez a su rival volvió a verse por detrás en el marcador. Trató de resistir el conjunto granate las acometidas del Fuenlabrada. Apostó Señor por dar entrada a Martín Diz y Jon Bakero, refrescando el ataque de su equipo. La tuvo a los pocos minutos Rufo con un pase de Borja Domínguez por la banda izquierda, pero el delantero madrileño no acertó a controlar el esférico y la defensa local atajó el balón.

El Fuenlabrada, con ventaja en el luminoso, se hizo un bloque en defensa. Pero el Pontevedra no dejó notar su inferioridad numérica y presionó a los locales con juego en corto y buenas acciones de peligro. Los granates supieron adaptarse al nuevo guion del partido y pese a que los locales se hicieron con la posesión, las oportunidades más claras fueron para los de Juan Señor. Pero los intentos incansables del Pontevedra no obtuvieron su premio, pese a la insistencia del conjunto lerezano y un gran Álex González que dispuso de la última ocasión a su equipo con una gran jugada individual. 

No consiguió ver portería el Pontevedra en el tiempo de descuento y abandonó el Estadio Fernando Torres sin sumar nuevos puntos a su casillero. Una derrota muy dura para el conjunto granate, que pese a estar en inferioridad numérica durante 50 minutos no le perdió en ningún momento la cara al partido, poniendo en aprietos al Fuenlabrada. Casta y coraje insuficientes para obtener premio, por lo que los pupilos de Juan Señor se mantienen colistas de grupo, a ocho puntos de la permanencia y con 12 jornadas por delante.