El futuro salto a salto

La ciudad de Pontevedra guarda muchos tesoros escondidos en cuanto a jóvenes talentos deportivos se refiere, y uno de ellos se encuentra en el centro de equitación 'Ecuestre Atlántico', Matilda Ramos. Una amazona que asombra a su temprana edad.   

Uno de los mayores pilares del futuro en la disciplina de la hípica forma parte de Ecuestre Atlántico, el club de alto rendimiento llevado por Xabier Blanco, que también desempeña la función de escuela.

Con tan solo 11 años, Matilda Ramos se ha convertido en toda una promesa en esta disciplina tras ser la primera pontevedresa en conseguir una medalla de plata en el Pony Club España, donde se enfrentó a las mejores amazonas del país. Pese a llevar solamente dos años encima de Levis, ha logrado ya los mejores podios gracias a estar dotada de un gran talento y realizar un buen trabajo.

"No estaba nerviosa, solamente un poco por si el poni tocaba las barras, pero salí convencida y al final salió bien". Así describe Matilda el momento en el que se disputaba estar entre las mejores del campeonato en un reñido desempate, entre doce participantes, que acabó con solamente setenta milésimas de diferencia entre ella y la vencedora.

Xabier, su profesor, admite que "estaba un poco asustado", ya que a nivel de preparación había sido un año malo por culpa de la pandemia, pero cree que la frialdad que posee la joven a la hora de sonar la campana para salir a pista ha sido determinante de cara al segundo puesto obtenido, ya que, según afirma, "le aporta una mayor experiencia de la que tiene".

Tras saber la posición en la que había quedado, la amazona se sintió feliz por lo obtenido aunque con "un poco de rabia" por no haber logrado la medalla de oro, lo que llevó a no tener demasiado tiempo para acordarse de nadie por la emoción y la tensión del momento. A posteriori, tanto ella como Xabi coinciden en que dedicaría este premio a sus padres y su hermana, que siempre la apoyan, y a su abuelo materno, al que el entrenador destaca por la intensidad con la que vive los concursos de su nieta.

Matilda Ramos: "No sé muy bien que siento, pero es bastante bonito ya que es un deporte de diferentes sensaciones"

La relación que Matilda mantiene con la hípica comenzó a los cuatro años gracias a su vocación por los animales. Y es que, pese a practicar otros deportes como ballet o patinaje, la pontevedresa mantiene, siete años más tarde, la misma ambición con la que llegó el primer día.

"La primera vez que la conocí fue en mi casa de A Lanzada. Ahí apareció con una camiseta que ponía I love New York junto con Martina, su hermana. En principio era Martina la única que iba a montar, pero finalmente Matilda acabó dando un paseo con Lola, un poni de la escuela. Desde entonces ya apuntaba maneras", explica Xabier.

Además, la amazona tuvo que pasar por diferentes ponis a medida que avanzaba el tiempo ya que requería una mejora en su montaje. Fue algo a lo que le costó adaptarse, como ella misma afirma, tras pasar de Estrella, un poni de la escuela, a Levis, su actual équido, del que destaca su rapidez y su facilidad para recortar tiempo en el marcador.

El significado que le da la joven a montar es el propio hecho de sentir pese a no saber exactamente el qué. "No sé muy bien que siento, pero es bastante bonito, ya que es un deporte de diferentes sensaciones", reconoce la amazona que sigue los consejos de su entrenador cuando ve montar a sus alumnos por primera vez. "Les digo que bailen sobre el poni y se dejen llevar", explica Xabier.

Xabier Blanco: "Matilda para el centro es una alumna a la que tenemos mucho cariño porque ha nacido con nosotros"

El papel de Xabi Blanco en la formación de Matilda ha sido clave, tanto que la alumna confiesa sentir admiración por un profesor que resalta el gran significado que ella tiene para él. "Ella para el centro es una alumna a la que tenemos mucho cariño porque ha nacido con nosotros. Hemos visto sus primeras caídas, sus primeros lloros y sus primeros pasos hacia delante. Ella forma parte de mi familia y para el club es un referente", declara emocionado .

De cara al futuro, la joven se muestra ambiciosa y quiere lograr lo máximo posible, ya que entre sus próximos objetivos destaca el hecho de convertirse en campeona tanto a nivel gallego como a nivel nacional en el Pony Club España, aunque cree que puede ser todavía mejor de lo que ya es a base de experiencia; algo que Xabier comparte ya que cree que puede alcanzar un nivel mayor.

Más allá de los logros, la amazona también pone en balance el importante valor que cobra su familia a la hora de apoyarla en este deporte. "Están orgullosos de mí. Cuando me salen mal las cosas o me bloqueo me ayudan mucho", manifiesta la pontevedresa.

Doblegar un año complicado
El centro Ecuestre Atlántico fue creado con la finalidad de llevar a sus jinetes y amazonas a la cima. Y es que la suma de un club de alto rendimiento con la escuela ha dado ya sus frutos con resultados más que notorios.

Pese a ello, el confinamiento y la pandemia también se hicieron notar e impidieron poner en práctica dicho deporte, pero personas como Matilda pueden contar con el permiso necesario para seguir montando pese a las numerosas restricciones aplicadas. 

Por ello, la amazona se ejercitará en las próximas semanas para centrarse en su próxima gran cita en Zamora, donde se disputará la próxima copa a nivel nacional.

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