El gol se le resiste al Pontevedra

Los granates no ganaron ninguno de los dos encuentros del Triangular Praíña que acabó venciendo el Ourense. Borja Míguez, hijo de Luisito, anotó para que el Estradense se impusiera al PCF
Un lance del encuentro que enfrentó al Pontevedra con el Rácing de Ferrol en Pasarón. JAVIER CERVERA
photo_camera Sana N’Diaye disputa una pelota dividida con Álex López durante el Trofeo Luis Otero. JAVIER CERVERA

Sin delantero es difícil anotar goles. Bajas como la de Adighibe, nuevo fichaje del Pontevedra para esa demarcación, se dejaron notar ayer en Pontevedra.

El X Triangular Praíá se abrió con una sorprendente victoria del Estradense, recién ascendido a Tercera División, contra el Pontevedra. Un madrugador gol de Borja Míguez, el hijo del exgranate Luisito, decantó el duelo. Luismi Areda, al igual que el sábado en Moraña, decidió alinear a los más jóvenes en el primero de los dos partidos, en gran medida por las molestias físicas de las primeras semanas de pretemporada. Una falta de entendimiento entre la defensa y el portero Brian en una cesión que se quedó corta la aprovechó Borja Míguez para anotar el único tanto del encuentro.

Tras el gol, el Pontevedra se hizo con el dominio, pero no lo materializó en ocasiones claras de gol. El Estradense se fue soltando más en el campo y se atrevió a atacar a la defensa de circunstancias. Ubeira rozó el 2-0 en una buena oportunidad en la que se quedó solo ante Dadín, portero juvenil, pero su disparo se marchó desviado. La derrota inaugural se completó con un mal resultado en la tanda de penaltis ante hipotéticos empates (5-4).

En el segundo encuentro no hubo goles. El conjunto lerezano fue el que llevó el peso del partido, pero adoleció de falta de oportunidades para llevarse el triunfo y aspirar al trofeo. El Pontevedra mejoró en el segundo partido, ganando, sobre todo, en seguridad defensiva con la pareja Víctor Vázquez-Campillo en el centro de la zaga.

Con el partido totalmente controlado, el Pontevedra apenas concedió en defensa a la UD Ourense, que únicamente tuvo en ataque una internada de Carlos por la banda izquierda y un remate de Gabi que Edu estuvo seguro al atajar. A pesar del control, el cansancio se hizo notar en los minutos finales. La semana de trabajo físico, sumado al triangular disputado el día anterior, hicieron que se perdiera frescura en el juego.

Con empate sin goles y derrota en la tanda de penaltis, se llegó al final del segundo enfrentamiento, lo que dejó al Pontevedra sin la posibilidad de llevarse el triangular, quedando abierto el torneo para decidir el campeón en el tercer y último encuentro del mismo.

En el último y decisivo partido, dos acciones a balón parado desequilibraron la contienda. Finalmente, su triunfo frente al Estradense otorgó el torneo veraniego a la UD Ourense.

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