Javier Cortizas, goleador con tradición de ascensos

Foto histórica en San Pedro de Marín, con Cortizas, con un ramo de flores, junto a Pouquiño, Ferreira y Jiménez.
photo_camera Foto histórica en San Pedro de Marín, con Cortizas, con un ramo de flores, junto a Pouquiño, Ferreira y Jiménez.
Sus tres décadas en el fútbol como jugador y como entrenador le han proporcionado infinidad de anécdotas. Llegó a jugar en el Pontevedra CF entre 1979 y 1981, pero este destacado delantero vivió históricos ascensos con el Marín CF, SCD Poio y CD Mosteiro. Ahora mata el gusanillo con el fútbol veterano (Poio) y el tenis

Javier cortizas es un trotamundos del fútbol y desde los doce años no ha dejado nunca de lado su gran pasión: el deporte rey. Desde que comenzara en el San Rosendo de Ferrol, en alevines, hasta el día de hoy, entrenando al equipo de Poio de veteranos, ha vivido infinidad de anécdotas y detalles que suman tres décadas. Si bien se le puede recordar por su etapa en el Pontevedra CF de las campañas 1979-80 y 1980-81, éste con el descenso a Tercera División, vivió ascensos históricos en el Marín CF (a Tercera División), la SCD Poio (a Regional Preferente) y en el CD Mosteiro (a Tercera División), y para no perder esa vinculación a los terrenos de juego, cuando su cuerpo dijo basta, se metió a entrenador.

Era un delantero de buenas maneras, y que respondía con goles. Tenía fama de goleador. Presume de haber sido máximo ‘artillero’ en casi todos los equipos en los que estuvo.

En el Marín CF, tras pasar por el Atlético Seixo, en la última etapa de juveniles «metí 58 goles» y tiene aún en mente cuando hizo cuatro goles en el Marín-Cesantes que acabó 6-0: «Marqué de todas las formas, uno con la pierna derecha, otro con la izquierda y dos de cabeza. Y me anularon uno, que era para matar el árbitro. Había levantado el balón por encima del defensa y rematé con fuerza, pero pitaron un fuera de juego que nunca entendí».

Llegó a Pasarón después de probar ese verano ni más ni menos que en el Real Madrid CF. «Me llevaron a probar cuatro días gracias a un exportero y cronista deportivo, Sayans. Fue en el verano de 1977. Entrené como nunca, pero no me volvieron a llamar. Tampoco me preocupé. Me llamaron también del Deportivo de La Coruña, pero ya tenía novia y no quise ir. Entonces le hice caso al Pontevedra CF». Javier Cortizas comenta que el traspaso al Pontevedra CF generó al club de Marín unas 200.000 pesetas «y siendo juvenil». Siguió haciendo goles. En el debut con el Atlético Pontevedrés «incluso marqué, todo un exitazo», y a la temporada siguiente «ya formé parte del filial con Biesca, como entrenador, y con Magdalena, Arceu y García Barrio, como compañeros, entre otros. Era una generación extraordinaria».

Ya formando parte de la primera plantilla granate «jugué siete u ocho partidos ya que alternaba con el filial, en la primera temporada, y en la segunda temporada, doce o trece». Un de los recuerdos más amargos es el descenso a Tercera (campaña 1980-81): «Fue mi triste, pero se veía venir, porque es que los entrenadores apenas trabajaban. Si bien con Luis Aloy se entrenaba mucho y bien, con San Juan se hacía bien poco; recuerdo que se llegó a pelear con José Emilio, por eso lo echaron. Llegó Martialay, que tenía cerca de 70 años y que no había visto un balón en su vida, eso creo yo. Nos ponía a despejar balones en los entrenamientos, y poco más. Acabamos la primera vuelta creo que de octavos clasificados, y en la segunda vuelta fue un auténtico desastre». Después llegó una de las mayores decepciones de su carrera deportiva: «Me comunica el Pontevedra CF que quieren seguir contando conmigo en Tercera División, pero cinco días antes de comenzar la Liga nos echan a mí, a Sancho y a otros para fichar a Antonio. Era un valor seguro y apostaron por él antes que por la cantera».

Pero llega la oferta del Marín CF y además «con oferta de trabajo y teniendo en cuenta que ya tenía una hija, no busqué otras opciones». Allí conoció a Pedro Ferreira y a Serafín Neira, entre otros técnicos. Recuerda también la etapa con la Cultural de Poio: «Fuimos a un brujo para que nos quitara el meigallo. Estábamos últimos a 18 puntos del líder y acabamos la liga a un partido de ascender».

El ascenso más glorioso que recuerda fue el del Marín CF en la fase de promoción con la eliminatoria decisiva de vuelta en el Sada-Marín: «Fue lo nunca visto en un partido. Habíamos ganado 2-0 en San Pedro, y allí perdimos 3-1, y fuimos a la prórroga. El técnico nos llegó a comentar que habíamos jugado realmente cerca de 140 minutos. El campo estaba embarrado. Marcamos en la prórroga, con el portero expulsado. El cachondeo fue que me anularon dos goles. Y cuando pitó el árbitro nos derrumbamos todos. A Pedro Ferreira lo vi llorar. Ese partido siempre permanecerá en mi memoria».

Javier Cortizas nunca se planteó ser entrenador. Un club, la Cultural de Poio, le fue a buscar a su casa «porque el equipo estaba en Segunda Autonómica y quería ascender. No tenía ninguna experiencia como entrenador. Fui a Segura y le pedí que me orientara». Le cogió el gustillo y esa etapa en Poio «fue muy buena. Fueron dos ascensos en cuatro temporadas».

Después llegó el Sanxenxo, Marín, Grove, y se cerró el ciclo con el desaparecido equipo sénior del Bora Campolongo, en el que «no pude evitar el descenso del equipo, con lo que ya me propuse desconectar del fútbol aficionado».

Javier Cortizas está vinculado ahora al fútbol veterano con el Poio y al tenis, que lleva practicando diez años: «De hecho este domingo voy a participar en el Campeonato de España de veteranos».

De los técnicos que tuvo siempre aprendió algo. Destaca a Segura y a Pedro Ferreira. «El primero por los grandes conocimientos tácticos que tenía, era un fenómeno; le daba clases maestras a cualquier entrenador; y el segundo por la manera de gestionar el grupo, era un auténtico crack».

Un partido en el tiempo

La mejor anécdota que ha vivido Javier Cortizas en sus casi tres décadas vincuadas al fútbol, fue en un Goian-Marín . «Me enzarzé con un rival y éste agredió a Pouquiño y se montó una tangana de cuidado. El árbitro decidió suspender el choque. Quedaban 20 o 25 minutos que se jugaron en Gondomar. Y allí a los cinco minutos se pitó un penalti a nuestro favor y se montó otra trifulca que obligó a suspender el choque nuevamente. Al final jugamos en Porriño, con el penalti a favor. O sea que provoqué en cierta medida que un partido se prolongara tanto en el tiempo;menos mal que salimos ganando». Tampoco esquivó las lesiones. Se operó de las dos rodillas y también padeció de pubis.

El DNI

Nombre: Javier Cortizas Martínez.

F. de nacimiento: 20/03/ 1960.

Lugar de nacimiento: Mugardos (A Coruña). Reside actualmente en Poio.

Deporte: Fútbol

Clubes: San Rosendo, Atlético Seixo, Marín, Atl. Pontevedrés, Pontevedra CF, SCD Poio y CD Mosteiro, como jugador; SCD Poio, Sanxenxo, Marín y Bora Campolongo (técnico).

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