Los palistas pontevedreses de maratón nunca fallan. Cumplen siempre con su cita con las medallas en las competiciones internacionales más importantes. Su regularidad es tan aplastante, que asombra. Este domingo Álvaro Fernández Fiuza, haciendo pareja con el asturiano Walter Bouzán, en K-1 y Óscar Graña y Ramón Ferro en C-1 volvieron a subirse a un podio del Campeonato del Mundo. La pareja de canoístas para recoger una plata que sabe a gloria después del bronce del año pasado en Estados Unidos, mientras que el kayakista fue bronce después de estar peleando hasta el final por la victoria.
Fiuza y Bouzán fueron bronce, pero perfectamente pudieron ser oro. Solo se quedaron atrás en octavo y el último portero de una regata de 30 kilómetros y cuando quedaba muy poco para la línea de meta. El barco español puso la arena emparejado con los locales (el Mundial se celebró en la localidad húngara de Gyor) Boros y Solti y los sudafricanos, que defendía el oro de 2014, McGregor y Mocke, pero regresaron al agua con una desventaja que le fue imposibnle de reducir, mientras que sus adversarios protagonizaban un duelo espectacular que in extremis se decantó hacia los magiares.
De esta forma Fiuza y Bouzán siguen ampliando su extraordinario palmarés al que este año sumaron un sexto triunfo en el Descenso del Sella —récord absoluto como pareja— y el podio en el Europeo, además acabaron por delante del otro dúo español compuesto por Emilio Merchán y el tudense Iván Alonso, que fueron cuartos.
Óscar Graña y Ramón Ferro mejoraron un puesto. Fueron pata en una carrera en la que los húngaros Márton Kövér y Adám Dóczé no dieron ninguna opción y que entraron en meta con más de cuatro minutos con respecto a los pontevedreses, que protagonizaron un excepcional con sus compañeros y amigos José Manuel Sánchez y Tono Campos por hacerse con la medalla de plata.
La superioridad magiar fue tal que la atención se centró en saber quién sería el segundo clasificado porque los dos barcos pontevedreses hicieron trabajo de equipo para distanciarse sobre los rivales y una vez garantizado el podio para ambos llegó el momento del reparto de las preseas. Por algo menos de dos segundos el subcampeonato mundial (es su décima medalla en la cita universal) fue para los inseparables Óscar Graña y Ramón Ferro, que agrandan su leyenda como dos de los mejores canoístas de maratón de la historia.
