Churre, un granate de cuna convertido en centenario

Víctor Vázquez acaba el año con más de 100 partidos oficiales con el Pontevedra, un club del que ha sido "aficionado desde pequeñito"
Churre, en Mogor con la camiseta del club y su centenario sellado en la arena. DAVID FREIRE
photo_camera Churre, en Mogor con la camiseta del club y su centenario sellado en la arena. DAVID FREIRE

UN NIÑO que creció viviendo en directo los partidos en el viejo Pasarón y ahora es uno de los referentes del equipo de su alma. En eso se ha convertido Víctor Vázquez Churre (Marín, 1988), que a sus 32 años cumple su cuarta temporada en el Pontevedra Club de Fútbol, con el que cierra este mal año 2021 convertido en centenario y con la esperanza de encontrar la felicidad plena dentro de unos cinco meses y medio.

"Desde que empecé a andar siempre quise jugar al fútbol. Era mi obsesión. Siempre estaba con el balón pegado. Iba con mi padre a Pasarón, porque yo desde pequeñito fui del Pontevedra. Mi primer partido en un campo fue en el viejo Pasarón, aunque ya ni me acuerdo porque era muy pequeño. Luego, cuando fui creciendo, ya iba también con los amigos de Marín. Incluso viajamos a Gijón o a Badajoz con el equipo", recuerda Churre, a quien el honor de jugar en "su" equipo le llegó algo tarde: "Hubo más de un verano que se estuvo viendo la posibilidad, pero siempre tenía contrato en otros equipos y cosas de fútbol. Al final tuve que venir con 28 años a Pasarón. Pero estoy muy contento, porque es el equipo de siempre. Es un orgullo estar aquí y tanto el club como la gente saben que no hay problema para estar el tiempo que ellos quieran".

Y es que tras formarse en la AJ Lérez, el central marinense dio el salto a los juveniles del Celta de Vigo. Allí se asentó en el filial y llegó a debutar en Segunda División con el primer equipo, antes de tomar la carretera hacia el norte. Con el Pontevedra luchando por salir de Tercera, no tocaba en aquel verano de 2013 hacer parada en la Boa Vila. El evidente cruce de caminos tenía que seguir esperando. Hasta que un lustro después, con el Racing de Ferrol en Tercera después de haber rozado la Segunda División, la "espantada" de Darío Flores -que tenía contrato, pero decidió no seguir- abrió un hueco para Churre en la primera plantilla granate.

De aquel fichaje en el mercado estival de 2018 han pasado ya tres temporadas y media en las que, por desgracia, ha habido un denominador común: la decepción. "El primer año que firmé estuvimos hasta los últimos partidos peleando por entrar en el play-off y nos quedamos a las puertas de una alegría. El año de la pandemia, se cortó la liga. Y la temporada pasada fue el desastre. Este año, tanto yo como el resto del equipo tenemos esa espina clavada y queremos poder darle a la gente una alegría y conseguir algo importante para que la afición se sienta orgullosa de todos los que jugamos en el Pontevedra", reconoce Vázquez.

"Mi mejor recuerdo fue un partido contra el Atleti B. Quedamos fuera dle play-off pero recibimos tanto aporto que eso marca"

Precisamente esa "alegría" cree que es lo que necesita una afición granate de la que él formó parte no hace mucho, antes de pasar de la grada al césped. "Yo creo que para enganchar a la ciudad tenemos que hacer los jugadores las cosas bien. Tanto jugadores como club remar en el mismo sentido y así poder dar alegrías a la gente para engancharla. Este año estamos haciendo las cosas bien. Poco a poco, consiguiendo resultados, creo que la gente se va a ir enganchando. Vamos a ver mejores entradas en Pasarón. Y, como dije otras veces, cuanta más gente venga a apoyarnos y más unidos estemos todos, será más sencillo el lograr una alegría común y para toda la ciudad", explica el actual segundo capitán.

Ya pensando en la temporada actual, el granate no oculta el mal inicio: "No empezamos como todos esperábamos, quizá por falta de adaptación y porque vino mucha gente nueva y un nuevo cuerpo técnico. Al principio nos costó adaptarnos al nuevo modelo de juego. Exactamente no sé cómo calificar lo que nos ocurría. Quizá veíamos que las cosas no nos salían como teníamos planeadas al principio e intentábamos ganar partidos ya. No nos valía esperar al minuto 75, sino que queríamos ganarlos en el 30. Tú quieres hacer unas cosas y al final desconectas de otras que en realidad son las importantes. Y de ahí tanto los fallos individuales como los colectivos que no se pueden consentir y nos traían esos malos resultados".

"Costó adaptarse al modelo y arrancar, pero ahora el equipo sabe a lo que juega y creo que es la forma correcta para ganar"

Pero todo eso cambió a base de trabajo y mucho diálogo interno. "Al final la clave fue ponerse las pilas y centrarse cada uno en lo que tenía que hacer. Éramos un equipo que generaba muchas ocasiones y al final perdíamos o empatábamos partidos que, por ocasiones y juego, eran para ganar. Nos sentamos, nos dijimos que cada uno debía centrarse en lo suyo y que las cosas poco a poco irían a su camino. Y creo que fue una mejoría bastante grande. Costó un poquillo arrancar, pero ahora estamos en una situación buena. El equipo sabe a lo que juega y creo que de la forma que lo hace es la correcta para conseguir resultados", apunta el marinense.

SITUACIÓN BUENA. De este modo, el Pontevedra llega al final del 2021 en una situación "buena, sobre todo tras dos primeros meses tan malos". "Le dimos la vuelta bastante bien. Estamos muy bien colocados, a cinco puntos del Adarve. Es verdad que hay dos partidos de margen, pero nosotros debemos centrarnos en lo nuestro. Debemos fijarnos en cómo estamos jugando y cómo queremos jugar para conseguir los tres puntos cada domingo. Y estamos en el camino correcto, no solo por resultados sino por juego, ocasiones creadas y lo poco que nos generan. Este es el camino a seguir para recortar los puntos", apunta Vázquez.

Con la dinámica positiva insuflando optimismo, en estas épocas navideñas Churre pide como regalo para el 2022 "lo que quiere toda la gente: que el año que viene el Pontevedra esté en una categoría diferente". Será la forma de poder "quitarse la espina clavada" del pasado curso y así sellar su primer gran alegría como granate. "Mi mejor recuerdo fue el partido contra el Atlético de Madrid B. Quedamos fuera del play-off, pero recibimos muchísimo apoyo de la gente. No es fácil cuando pierdes. Y eso te queda marcado», rememora el centenario Churre, que sabe que el año que viene toca superar esa experiencia con un ascenso con el que sonreír de verdad.

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