La guinda de un nefasto viajero

Han tenido que transcurrir más de cuatro décadas para que el Pontevedra Club de Fútbol estampara su firma en uno de esos récords que guardará para el olvido. Porque el conjunto granate tenía en el Cívitas Nuevo Vivero la oportunidad de resarcirse –pese a estar ya descendido– de la que ha sido una pésima temporada a domicilio. En su lugar, los pupilos de Juan Señor pusieron la guinda a un curso con más sombras que luces y, sobre todo, a un 2023 en el que tendrán que esperar al inicio de la próxima campaña para lograr sus primeros puntos como visitantes.

Porque la última victoria lejos de Pasarón de los granates, el pasado 18 de diciembre frente al Algeciras (0-2), no sólo fue el último triunfo de la temporada a domicilio. Fueron los últimos puntos que sumó el Pontevedra más allá de su feudo. Y aunque Pasarón se convirtió en un templo durante muchas jornadas infranqueable, la estabilidad en casa no consiguió compensar una nefasta dinámica a domicilio. A los datos que con Antonio Fernández ya semejaban pobres –siete puntos en diez partidos–, no se les sumó nada con Toni Otero y Juan Señor al frente del equipo.

Porque desde que comenzó el 2023, el conjunto granate no ha puntuado como visitante. Cero victorias, cero empates y 13 derrotas que han sido uno de los principales condicionantes para el descenso. "Lo cierto es que no sumar ni un punto fuera de casa en toda la segunda vuelta es un bagaje que nos ha llevado a donde estamos ahora", reconoció Juan Señor al término del partido en el Nuevo Vivero.

Y es que a un equipo en plena lucha por la permanencia desde las primeras jornadas de competición se le antoja prácticamente imposible alcanzar su objetivo con una dinámica tan negativa a domicilio. Con la derrota en su visita al Badajoz, el Pontevedra puso la firma a su primera temporada en todo el siglo XXI en la cual no consigue puntuar lejos de casa en toda la segunda vuelta de competición.

Ni siquiera en los años de los descensos a Tercera División y a Segunda B se cosecharon cifras tan bajas a domicilio en la segunda mitad de competición. En la temporada 2010/11, desde la jornada 20 –incluida– hasta la 38 el Pontevedra consiguió una victoria y cuatro empates lejos de Pasarón; en la 2004/05, el balance en la segunda vuelta a domicilio fue de dos triunfos y tres empates.

Así, en los dos descensos más recientes la escuadra lerezana consiguió al menos algún resquicio de esperanza lejos de casa. Pero esta tarea se le hizo demasiado pesada al Pontevedra este curso y no consiguió sacarlo adelante desde diciembre. Con dos victorias, un empate y 16 derrotas, los granates despiden oficialmente su temporada fuera de Pasarón con siete puntos cosechados en 19 partidos. El peor visitante de la categoría –tanto del Grupo 1 como del Grupo 2–.

Y es que de su grupo, el Pontevedra es el único equipo que no ha conseguido ni un punto como visitante en todo el segundo tramo de competición liguera. Una tarea que se le enquistó al comienzo de la campaña –tuvieron que pasar 13 jornadas para que consiguiera la primera victoria a domicilio–, pero que parecía comenzar a remontar al final de la primera vuelta.

Con el triunfo en el campo del Ceuta a finales de noviembre (1-2), el equipo recuperó confianza y volvió a sumar a domicilio antes del parón navideño en su visita al Algeciras (0-2). Pero a partir de ahí todo fue hacia abajo y los granates no lograron salvar ni un empate.

cuatro décadas. Desde la temporada 1980/81, el Pontevedra no cosechaba cifras tan bajas como visitante. Aquella temporada –en la que las victorias valían dos puntos– fue la última en la que los granates firmaron peores números que en la actual.

Por aquel entonces despidieron el curso con sólo tres puntos a domicilio, resultado de una victoria, un empate y 17 derrotas. La dinámica, en realidad, no dista mucho de la de este curso, que se cierra con siete puntos, aunque sólo gracias a un triunfo más (2) y una derrota menos (16).