Daniel Hernández llegó a la Sociedad Deportiva Teucro en junio de 2014 y en diciembre de 2018 pone fin a su etapa azul. Han sido cuatro años y medio los que ha vestido la camisola teucrista viviendo un sinfín de buenas, y otras no tan buenas, sensaciones resumidas en dos ascensos a Asobal y un descenso. El lateral pasa a la historia del club pontevedrés como uno de sus emblemas de la presente década. Por motivos familiares se traslada a Cantabria (su mujer trabajará en esa comunidad), pero esto no significa que deje el balonmano. Si lo considera oportuno, podría recalar en otro equipo.
Este viernes fue el día escogido para anunciar su despedida oficial. En la sala de prensa del Pabellón Municipal y rodeado de la directiva saliente de la SD Teucro, encabezada por José Carlos Ameijeiras, junto a la dirección técnica del equipo de Asobal, con Luis Montes a la cabeza, y arropado por los componentes de la plantilla, hizo un repaso de su vida como teucrista.
José Carlos Ameijeiras, ante la ausencia de Carlos García-Alén, de viaje para acudir a la asamblea de Asobal, habló en nombre de la directiva saliente (cabe recordar que el club está en proceso de presentación de candidaturas para un nuevo mandato). "Tras el partido de Alcobendas, Dani Hernández se dirigió a la Comisión Deportiva para darnos a conocer que tenía que abandonar el club a finales de diciembre. Nos dio sus explicaciones y la verdad es que no fuimos capaces de decirle que no. Dani Hernández lleva en este club casi cinco años y ha sido siempre un ejemplo como deportista y persona. Va a dejar huella. Va a ser complicado encontrar un jugador de su categoría. Su salida nos hace mucho daño deportivamente. Te deseamos toda la suerte del mundo".
El lateral lucense ya dejó claro desde las primeras palabras que "salir de la SD Teucro es difícil porque de niño soñaba con jugar en la Asobal con cualquier equipo gallego" y dio a conocer el verdadero motivo para recalar en el club de Pontevedra: "Tuve la suerte de que en la etapa juvenil pude venir a Pontevedra y ver a jugadores como Martini, Gabi Ben Modo o Quique Domínguez. Pude ver a su afición y el ambiente y se creó un vínculo que me acompañó hasta ahora y será para siempre".
Por eso cuando la SD Teucro le dio la oportunidad de fichar por el primer equipo en verano de 2014, con 33 años, de la mano de Quique Domínguez, "no lo dudé. Tomé una decisión rápida y muy acertada en mi opinión. Pasé una de las etapas más bonitas de mi carrera deportiva. Siempre he estado muy a gusto. Han sido cuatro años y medio fantásticos". Hernández también recordó los dos ascensos a Asobal y un descenso, primer momento en el que no pudo aguantar la emoción, "un descenso dejándonos la piel y ofreciendo todo". Igualmente, habló del objetivo de la permanencia de la pasada campaña, "una de las temporadas más satisfactorias".
A partir de ahí tuvo palabras de agradecimiento y cariño hacia todos los que conforman la familia teucrista, dándole las "gracias a la directiva por entender mi situación y dándome facilidades", extendidas al cuerpo técnico y médico con mención especial a Miguel Pérez, Javier Domínguez y Toño Puga, "por mimarme y quitarme siempre años de encima con su trabajo". Tampoco se olvidó de los dos entrenadores desde que estuvo aquí, Quique Domínguez y Luis Montes, recalcando especialmente a Quique Domínguez "porque fue quien me trajo. Llegué cuando creía que dominaba todo sobre el juego y él me abrió los ojos y me siguió enseñando cosas".
No se olvidó de la afición y los socios teucristas: "Ha sido un verdadero placer defender juntos esta camiseta. Siempre tendré buenos recuerdos. A la afición se la puede tachar de ser algunas veces fría, pero siempre ha estado espectacular. Recuerdo el partido por el ascenso ante el Barça B. En el descanso íbamos perdiendo de cuatro goles y tras salir del vestuario todo el Municipal se puso de pie y nos ovacionó. Esos son momentos que no se me olvidarán", dijo mostrando de nuevo su imposibilidad de contener la emoción, sentenciando que "muchas gracias afición, ha sido un placer".
Dani Hernández tenía que terminar su despedida recordando a los que han sido sus compañeros de fatiga en las cuatro temporadas y media de competición: "He tenido compañeros fantásticos. Encontré grandísimos compañeros y grandes personas. Recuerdo a Chalu y Samu, a los que vinieron como niños y se marcharon como auténticos jugadorazos, como Óscar o Borja, y a mis compañeros en los desplazamientos en furgoneta, en especial Lloria. A los capitanes como Javi Santana y Carlos García, unos auténticos líderes en el vestuario" (en ese momento no pudo contener las lágrimas).
En su salida de la sala de prensa del Pabellón Municipal de Pontevedra escuchó los aplausos de jugadores y directiva, lo que nuevamente emocionó al jugador lucense, que aún estará para los partidos de Copa del Rey ante el Balonmano Torrelavega antes de poner rumbo a su nuevo destino en Cantabria.
