Septiembre no está siendo un mes fácil para Íker Alegre. Tras su lesión en El Sardinero, la resonancia magnética a la que se sometió el pasado jueves diagnosticaba una rotura de ligamento cruzado que lo dejará apartado de las competiciones futbolísticas durante toda la temporada.
"El día que me lo dijeron estaba bastante fastidiado. Ahora, según va pasando el tiempo lo voy asimilando. Poco a poco", decía el viernes el centrocampista asturiano, que aterrizó este verano en Pontevedra procedente de la Unión Deportiva Logroñés.
Este mes va a quedar grabado para siempre en la memoria de Íker, ya que, después de la lesión, el paso por quirófano llegará en unas dos semanas: "El médico me dijo que sobre dos semanas, cuando baje la inflamación, me operaría", señala el protagonista, que había sufrido un esguice durante la pretemporada que hizo que se perdiese el inicio de liga ante el Guijuelo. Saltó al campo tras el paso por vestuarios ante el Mutilvera y salió de inicio en Santander, pero este último choque trajo, al comienzo de la segunda mitad, la tragedia en su rodilla.
El siguiente rival ante el que Alegre ya no estará en el once inicial es el recién ascendido Palencia, que visitará el estadio de Pasarón con la intención de sumar sus primeros tres puntos.
Pero enfrente tendrá a un conjunto muy intenso, que se va adaptando a pasos de gigante a los múltiples cambios en la plantilla sufridos esta temporada y que, con tres jornadas a la espalda, suma cuatro puntos que lo sitúan a mitad de tabla. La única victoria del equipo de Luisito llegó, precisamente, en el debut de Íker Alegre, en el que marcó su único tanto con la camiseta granate hasta el momento y regaló una asistencia a Mario Barco que fue la antesala de la goleada en el primer partido como locales.
El equipo buscará mañana, de nuevo ante su afición, un resultado que le permita tomar un soplo de aire fresco en la clasificación y que le haga escalar unos cuantos puestos.
Aunque la categoría este año esté muy reñida y exista un nivel muy alto, el cuadro pontevedrés ha conseguido adaptar a la perfección a los nuevos jugadores a los puestos para los que fueron llamados y están logrando el cometido que se les pedía.
Luisito vivirá en Palencia un especial reencuentro con muchas de las personas que lo acogieron en su etapa en el FC Palencia, desaparecido en 2012.
