A Illa das Esculturas: Escenario deportivo

A falta de instalaciones deportivas, los clubes que no cumplen los requisitos que exige el protocolo para entrenar en pabellones han optado por practicar sus disciplinas al aire libre, respetando de igual modo las medidas sanitarias procedentes
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photo_camera El Club de Rítmica Treboada entrenando en la Isla de las Esculturas. BEATRIZ CÍSCAR

LA NUEVA NORMALIDAD. Con ella el ocio y en especial la restauración retoman su actividad tras el parón del confinamiento, pero el deporte no corre la misma suerte. Las entidades deportivas de la ciudad de Pontevedra quieren volver a la actividad pero la situación no es favorable y los protocolos no facilitan en muchos casos el uso de las instalaciones para la actividad deportiva.

Se cumplen las 10 de la mañana y la Illa das Esculturas se convierte en todo un complejo deportivo, las niñas de gimnasia rítmica por un lado, sus compañeros del Trampolín y los atletas del Rías Baixas por otro. Con suerte los amantes del tatami prefieren aprovechar las últimas horas del día y no congestionar el parque, pero hay que contar también con los pequeños grupos deportivos no federados como las 'chicas del yoga' que prefieren estirar el cuerpo al aire libre y disfrutar del buen tiempo.

Parece que toda esta concentración de atletas se resume en un único problema, "no hay instalaciones disponibles", explica Adrián Paz, entrenador del Club Treboada en la disciplina de Trampolín. El problema reside en el personal disponible en los pabellones. Para respetar las medidas sanitarias cada vez que un club pasa por las instalaciones se debe desinfectar todo el complejo y este proceso lleva aproximadamente una hora, no hay ni personal suficiente, ni tiempo, ni espacio para todos los clubes que hasta ahora entrenaban en los complejos de la Boa Vila. Por eso se ha decidido establecer unas fases de vuelta a la actividad en las que prime el uso de las instalaciones para clubes que compitan a nivel nacional en las próximas cuatro o seis semanas.

Además deben ser niños que superen los 14 años y como los y las pequeñas gimnastas no cumplen estos requisitos se ven obligados a permanecer sin instalaciones por los próximos días. En definitiva "el procolo tiene muchas limitaciones", explica en este caso el entrenador del Judo Club Campolongo, Benito Guimeráns.

El Treboada comenzó la actividad hace ya más de dos semanas, pero el recibimiento no fue el que acostumbran. "Por ahora vienen la mitad de niños, es complicado al ser un deporte que necesita material. Aquí intentamos irnos un poco a lo físico", aclara el técnico de trampolín.

Por su parte, al Club de Atletismo Rías Baixas también le preocupa la falta de ​pequeños atletas. "Nuestro objetivo es tratar de perder a la menor gente posible porque claro los niños de entre 14 y 16 años es complicado que sigan entrenando sin competición", aclara el Presidente del club pontevedrés, Gonzalo Méndez.

Otro de los factores que deben tener en cuenta es el calor. El mes de julio se presentó con temperaturas asoladoras y para los deportistas es inviable entrenar pasadas las 12 del mediodía. Por eso deben contar con estas dificultades añadidas y fijar los entrenamientos en primeras horas de la mañana, derivando en un colapso del espacio.

Pero no solo el calor perjudica el rendimiento de los deportistas. "Hubo un día que estuvo a punto de llover y lo suspendimos, si llueve nos quedamos sin entrenar", comenta Benito Guimeráns.

Ni el ayuntamiento, ni las federaciones parecen tener muy claro cómo proceder ante este campamento deportivo. "No sabemos cuando podremos volver. Tenemos unas mínimas directrices. La última noticia que tenemos es que nos dejarán los pabellones para los deportistas que tengan una competición en las próximas semanas, pero después dependemos mucho del curso escolar" explican desde el Club Treboada.

Sabela Argibay, entrenadora del Rítmica Treboaba también se ha manifestado ante las medidas con las que se ha topado en su vuelta al trabajo. "Preparar competiciones allí es imposible así que estamos con preparación general, pero ejercicios para competir es inviable, no podemos", aclara. Por suerte el tema del material parece tener una solución y es que las gimnastas se presentan en el lugar con su propio material. "Cada niña lleva su toalla, su esterilla, y las de rítmica en concreto sus pelotas y sus aros. Hay alguna que no tiene material y se lo facilitamos desde el club pero lo desinfectamos antes y después de su uso".

En el caso de los atletas del Rías Baixas tratan de compaginar los entrenameintos en la Illa y en las pistas de Marín, de las que si han podidido hacer uso. "Por la mañana que están cerradas las pistas tenemos que entrenar en la isla. Pero en atletismo hay muchas disciplinas que no se pueden entrenar en estas condiciones así que nos limitamos a correr y hacer algo de gimnasio", explica Gonzalo.

Ahora los clubes se mantienen pendientes del Concello y las federaciones a la espera de una vuelta que podría llegar en este mes de agosto, pero todo dependerá del avance de la pandemia, que en los últimos días ataca sin descanso el calendario deportivo.

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