Un imán para formar talento

La unión del Cisne y el colegio Los Sauces ha permitido al club fichar a jóvenes promesas de diferentes rincones de Galicia y España. Carlos Álvarez, Virulegio u Ocaña son tres de los nueve jugadores que llegaron en la base y se hicieron un hueco en el primer equipo.
Firma del convenio entre el Cisne y el colegio Los Sauces. GONZALO GARCÍA
photo_camera Firma del convenio entre el Cisne y el colegio Los Sauces. GONZALO GARCÍA

El Club Cisne Balonmano volvió a renovar su convenio de patrocinio con el Colegio Los Sauces, uno de sus mayores pilares y promotores para poder hacer de su cantera un lugar donde formar a las futuras estrellas del primer equipo tanto en la parte deportiva como en la académica, algo fundamental en la filosofía del club.

Una unión que nació en el año 2016 y que ha permitido al conjunto pontevedrés atraer a grandes promesas del balonmano de todos los rincones de España y también ofrecer a sus propios canteranos una completa formación académica, siendo un gran número de jugadores los que se adhirieron a este convenio a lo largo de los último años y de los cuales nueve han conseguido llegar al primer equipo y son en este año, marcado por la juventud, claros ejemplos del trabajo de la cantera blanca.

Santi Picallo asegura sobre la unión del Cisne con Los Sauces que ha sido "la posibilidad de dar un salto cualitativo" y que "siempre hemos sido un club que ha tenido en su ADN trabajar con los niños, pero tener al colegio detrás fue y sigue siendo un espaldarazo para poder captar jugadores de toda España, un hecho que nos enriquece".

Y es que lo cierto es que el Cisne se ha convertido en los últimos años en una de las mejores canteras de España, con presencia en los sectores nacionales de base de las diferentes categorías en cada temporada e incluso consiguiendo el oro juvenil del año 2020 con una generación que, justamente, se benefició en una gran medida del convenio entre club y colegio, ese gran imán para poder dar forma al talento.

Primer equipo

Nueve son los jugadores que han llegado al primer equipo y han disfrutado de la unión entre ambas instituciones, cinco de ellos de Pontevedra o sus alrededores y otros cuatro traídos de diferentes puntos de España para dar un salto de calidad a la cantera blanca.

Además a este número hay que sumarle a aquellos otros que pasaron por la base y no llegaron a tener su lugar en el equipo sénior y también los juveniles que se encuentran a día de hoy estudiando en el centro —un total de seis—.

Entre los nombres que inauguraron este convenio se encuentran Carlos Álvarez, uno de los máximos exponentes de la cantera blanca; o Román Arboleya. Ambos son ahora caras visibles del primer equipo de la misma manera que André de Moura. El hijo del seleccionador portugués de balonmano fue reclutado por el Cisne para su cantera y a día de hoy es parte del equipo de Asobal.

Junto a ellos —tres ejemplos que además compartieron la experiencia de proclamarse campeones de España en categoría juvenil— el Cisne también fue capaz de reclutar a otros talentos gallegos gracias al convenio con el colegio. Este es el caso del portero Pablo González, que salió cedido este año para ganar minutos y ser el guardameta de futuro para el Cisne, o el pivote Daniel Virulegio, que el pasado año llegó al primer equipo y ahora se encuentra en el Atlético Valladolid.

Talento importado

Esos cinco ejemplos representan el porcentaje de jugadores de la provincia que fueron captados por el club y a los cuales ofrecieron la experiencia completa para su crecimiento deportivo y académico.

Sin embargo el Cisne dio un paso más y hace un año tuvo que pelearse con las grandes canteras de España para hacerse con los servicios de algunas de las grandes promesas nacionales.

Cuatro fueron los hombres que eligieron al Cisne por delante de otros equipos como Granollers, que destaca por su gran trabajo de baseo. Los canarios Abián Rodríguez y Marko Ojeda, el ciudadrealeño Carlos Ocaña y el toledano Carlos Morales eligieron, gracias al completo proyecto que les ofrecía el conjunto pontevedrés, continuar su formación en el Cisne y todos ellos forman parte del Colegio Los Sauces.

Los cuatro fueron fichados para ser futuras estrellas en el primer equipo, pero lo cierto es que en un año donde el Cisne se encuentra marcado fuertemente por la juventud se encuentran integrados en el primer equipo.

Carlos Ocaña, que el pasado año ya alternó sénior y juvenil, es un fijo para Javi Márquez en Asobal. Abián es el tercer portero de la plantilla y además cuenta con ficha en la SAR para poder ganar minutos ante la exigencia del primer equipo, mientras que Morales y Ojeda alternan sus estancias en el equipo juvenil y el primer equipo.

La filosofía blanca aúna deporte y educación y le ha permitido crear estrellas de balonmano con un plus académico y convertirse en una cuna donde se mecen los mayores talentos nacionales.

La base con gran presencia 

La lista de jugadores que se vinculan al club y se benefician de las becas del colegio (la parte subvencionada va entre el 30 y el 70%) cuenta este año además de con Ojeda, Morales y Ocaña con otros seis jugadores de base. Manu Lorenzo y Denis Iglesias, que alternan primer equipo y juvenil; Roi García, Xoan Fernández, Antón Rodríguez y Juan González —jugador de Santiago fichado por el Cisne— son otros deportistas con proyección que se benefician del convenio.

El primer equipo acude a la firma del convenio entre el Cisne y el colegio

La firma de la renovación del convenio entre el Club Cisne Balonmano y el colegio Los Sauces se llevó a cabo ayer en las instalaciones de la institución académica. Una presentación en la que estuvieron presentes el presidente del club, Santi Picallo; el subdirector general de Los Sauces, José Antonio Rois; y el director del colegio de Pontevedra, Manuel Casal. Además, junto a ellos estuvieron los miembros de la plantilla y cuerpo técnico del primer equipo y una representación de estudiantes del centro. 

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