Implicación, reflexión y pasión granate

Luis Durán (izquierda) y Lupe Murillo (centro) durante el acto (Foto: Alba Sotelo)
photo_camera Luis Durán (izquierda) y Lupe Murillo (centro) durante el acto (Foto: Alba Sotelo)

PONTEVEDRA. 'De la pasión a la profesionalización' es el principal lema del proyecto Acción Granate 50+1 que se presentó ayer en el Pazo da Cultura. Casi 200 personas, entre las que estaban el consejero del Pontevedra Luis Durán y la asesora del consejo Lupe Murillo, escucharon la propuesta del colectivo de accionistas, socios y aficionados explicada por Alberto Argibay, al que había pedido colaboración.

El técnico pontevedrés destacó que "uniendo pasión y reflexión se puede llegar a un cambio" y confesó que "me inquieta el sentimiento que tiene el socio de a pie" y el pesimismo que advierte en la hinchada granate.

La clave de 'Acción Granate 50+1' está en la implicación del aficionado y en el cambio. De ahí que uno de los objetivos que persigue es la pluralidad y la democratización a través de la atomización del accionariado. En la ronda de preguntas, Argibay no desveló si algún accionista mayoritario ha prometido respaldo este proyecto y señaló que estos "también van a tener que hacer un acto de coraje. Es una cuestión de aunar voluntades. Necesitamos un consejo que siga un proyecto. Lo que falta en el Pontevedra es comunicación e implicación".

Los asistentes a la presentación se mostraron escépticos con la posibilidad de que el consejo actual acepte un cambio y el proyecto 'Acción Granate 50+1'. "Esto no es un golpe de estado, buscamos un cambio estructural para un proyecto de futuro y que la victoria sea que el Pontevedra esté en una categoría que merece y que dependa de sí mismo para ser viable", explicó Argibay, que apuntó que, estudiando la historia del club, queda demostrado que en Tercera División no es viable, de ahí que la meta sea llegar a Segunda A.

Ejemplos

El técnico puso como ejemplo de gestión a equipos como el Borussia Dortmund, que llegó a declarar la quiebra con 200 millones de déficit y gracias a que los socios recuperaron el poder se saneó y llegó a jugar este año la final de la Champions; el Sporting Braga, en el que la clave era el apoyo institucional y que el club se entendiese como parte de la imagen de la ciudad; el Auxerre francés, el Paços de Ferreira, el CD Lugo, que llegó a Segunda A con una gestión ejemplar, y el Burela FSF.

"No vamos a tener el presupuesto del Borussia, pero sí su implicación", afirmó el técnico, que explicó que en el proyecto que han desarrollado habrá cinco áreas de trabajo: deportiva, comercial, administrativa, operacional y de comunicación social.

La deportiva será la más importante. La idea es asumir el estilo del fútbol inglés, prescindiendo de la dirección deportiva y dando más responsabilidad y poder al entrenador. El scouting y la preparación de los talentos será muy importante, por eso será fundamental la formación de los técnicos de la base. Argibay señaló la intención de firmar convenios locales y provinciales. Habló también de algunas acciones comerciales que se pueden llevar a cabo para generar recursos, como el patrocinio o la explotación de los derechos del estadio y sus servicios.

"Hay que buscar la cohesión y hacer un proyecto colectivo. Estamos seguros de que este es el camino. Que el socio recupere el protagonismo, que el club pueda ser un día como el Borussia, que la gente se implique", afirmó.

Tensión en las preguntas

En la ronda de preguntas se vivieron algunos momentos de tensión cuando el representante de futbolistas Jesús Martínez preguntó a Argibay por su pasado como entrenador del Pontevedra y dijo que la deuda del club se creó con él como técnico.

"Cuando descendimos a Segunda B el club me hizo un planteamiento, me dijeron que querían volver cuanto antes a Segunda A. El club tiene la política, yo soy el profesional y tengo que desarrollar lo que me pide el consejo. Lo hicimos con un equipo joven porque así tienes patrimonio. Al día siguiente del drama del Sevilla B, el club tenía 1.200.000 euros en propuestas por jugadores que no se quisieron vender", explicó.

También respondió a la pregunta sobre los ojeadores que tenía en España y Argentina. "Se contrataron personas a tiempo parcial en Oporto, Madrid y Barcelona, bajo mi responsabilidad nunca hubo nadie en Argentina".

Sobre Fran Rico recordó que, con 16 años, subió al primer equipo en Segunda A siendo él entrenador. "Propuse al club que se hiciese profesional para no perder los derechos, pero ya no podía jugar en el filial ni en juveniles. En cualquier caso, cuando yo me fui del Pontevedra tenía 25 partidos como profesional".

Argibay también negó que trabaje para una empresa de representación de futbolistas.

 

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