Jesús Ramos está de vuelta en el banquillo granate. El técnico ya ejerció como primer entrenador frente a Celta B y Melilla de manera interina después de la marcha de Luismi y antes de la llegada de Pouso. Ahora afronta el difícil reto de revertir la mala racha granate contra uno de los equipos más difíciles de la categoría, el Atlético de Madrid B.
Ramos tiene clara su prioridad, recuperar la confianza de sus jugadores, en los que tiene mucha fe, a pesar de los malos resultados: "A los chavales los veo con mucha responsabilidad y muchas ganas de trabajar. Le estamos intentando trasmitir mucha confianza, que la tengan en sí mismos y que sepan que no se han olvidado de jugar al fútbol. Al final son buenos futbolistas, lo han demostrado en muchos momentos de la temporada y en otros equipos. Sumando esos adjetivos, intentaremos conseguir algo bueno contra el Atlético de Madrid".
El entrenador prioriza sobre todo el aspecto psicológico sobre el deportivo, pero también confirma que habrá algunos cambios a nivel táctico, aunque se guarda sus cartas, ya que sabe que la ventaja que tienen esta semana es que el entrenador del Atlético de Madrid, "no sabe cómo va jugar el Pontevedra".
Aunque los colchoneros son uno de los conjuntos más difíciles de la categoría, Ramos rememora la salvación conseguida frente a los rojiblancos y dice que van a ir con mucha confianza para "intentar traer lo mejor de allá".
El técnico granate conoce bien a sus predecesores, ya que fue el segundo entrenador de ambos. Para ellos tiene buenas palabras y cree que no fueron culpables de los malos resultados: "Pouso trabajaba bien, igual que Luismi. Tú puedes trabajar muy bien, pero el fútbol es un juego y el otro equipo también te puede ganar. Yo estaba con Pouso y opinaba como él en muchas situaciones. Hemos entrenado bien, hemos competido bien, pero el resultado no ha llegado. Evidentemente en el fútbol los resultados mandan. Tú puedes trabajar muy bien, acertar en la alineación y luego durante el contexto del juego no te salen las cosas. Vivimos en una sociedad y en un deporte donde los resultados mandan, si no ganas estás muerto".
El Pontevedra tiene las bajas de Berrocal y Campillo por lesión y Álex Fernández por sanción. El equipo estará más debilitado en el centro del campo, pero Ramos dice que hay "soluciones" porque tiene jugadores "versátiles". Queda claro que el técnico tiene total confianza en su plantilla para revertir la difícil situación.
El entrenador se mostró muy satisfecho por la oportunidad y la seguridad que el club ha depositado en él: "Estoy agradecido por la confianza. Soy un hombre de la casa en la que siempre he estado desde mi época de jugador de filial. Creo que puedo aportar cosas. He estado como coordinador, hemos solucionado muchas situaciones problemáticas, de primer entrenador conseguimos dos buenos resultados y esperemos seguir así". Ramos no se plantea nada sobre su futuro e insiste en que lo único que le importa es el partido frente al Atlético B.
