Tengo entendido que es de ideas fijas. De hecho pasó media vida en el mismo club de remo. ¿Cómo recuerda aquella época?
Empecé muy joven, con 16 años, y así hasta los 35. Empecé y me enganchó y desde ese momento me uní al Mar de Bueu. Sí que es cierto que me han ofrecido ir a muchos sitios, pero no. Yo siempre dije que era aquí o aquí. A mi no me cambiaban de idea tan fácil. Estaba muy cómodo allí.
Lleva el deporte por bandera
Sí. Tengo 53 años y sigo haciendo deporte. Pero estoy hecho un chaval ¡eh! Yo al terminar en remo empecé a hacer atletismo y ahí estuve seis o siete años, no se, hasta cansarme. Era un deporte que generaba muchas lesiones, más que el remo. Pero hice de todo. Medias maratones, hacía carreras populares… Yo corría lo que me ofreciesen.
Usted es un echado para adelante, sin duda.
Sí, sí. Un inconsciente (ríe). Ahora sigo remando en veteranos, y a la vez me paso los fines de semana en billarda, que empecé en 2018 a raíz de un entrenador que tenía. Estuve tres años en liga sur y en 2011 empecé en Corrredoiras. Lo mío es un no parar. Pero así estoy. Tengo 53 años y mido 1,80 y peso 67 kilos. Soy todo fibra. Me gusta mantenerme activo.
Lo suyo pasa el nivel de actividad. Le sale el deporte por los poros de la piel.
Sí, tienes razón. La mujer me dice lo mismo. Soy deportista por naturaleza. También hago fútbol.
¿Cuándo? Porque si echo cuentas no le da el tiempo.
Pues un día a la semana lo tengo guardado para el fútbol. Los miércoles. Llevo 12 años y juego con chavales de entre 25-30 años. Voy a darle aire fresco a los chavales (se ríe). Y estoy mejor que muchos de ellos ¿eh? Yo me lo tomo en serio, y algunos de ellos van a pasar la tarde. El fútbol es así: Van, juegan un día a la semana y se marchan. Yo le pongo ímpetu al asunto.
Y, ¿de dónde saca la energía?
No lo sé, soy un culo inquieto, desde siempre. También estoy en la directiva de remo, que es mi principal pasión.
Bueno, esto ya es el no va más. Su mujer le va a echar de casa.
Cualquier día (se ríe). Siempre digo que voy a tener que dejar a mi mujer, porque me falta el tiempo (risas). Ella está acostumbrada. Antes venía conmigo y me acompañaba, ahora me dice: ‘Ala, vete y déjame tranquila’. Pero tengo la norma de sacar una hora y pico o dos para la mujer cada día, porque sino…
Sino ya sabe lo que toca. Siempre puede quedar la opción de que le acompañe a hacer deporte.
¡Qué va! A veces la he dicho que venga a billarda pero me dice: "A que voy a ir yo a pasar toda la tarde para dar dos palazos" (se ríe). Ella me trata por loco. Pero bueno, llevamos muchos años juntos y ahora ya pasa de mí, ya me conoce.
Siempre es bueno estar un poco loco. ¿Los hijos opinan lo mismo?
Sí. Uno de ellos también hace deporte, el mayor, que juega a baloncesto. El pequeño, no. Les dije que empezasen en remo cuando eran pequeños pero me dijeron que remara yo. En cuanto sale un callo en las manos o les duele el culo se acabó.
Es que es un deporte exigente.
Sí, sí. El remo es de los deportes que mas me ha exigido. Hacen falta muchas horas de entrenamiento. Yo antes trabajaba 9 horas, salía y me iba a entrenar tres horas. De chaval no te enteras de lo que estás haciendo. Ahora lo piensas y dices: ¡menudo colgado!
¿No será que ahora utiliza la excusa del deporte para ir de charla con los compañeros?
Pues también puede ser. Ahora me gusta el deporte dominguero. Ir a andar, a correr tranquilamente… El sábado tuve la jornada de billarda y de todas las horas que estábamos allí, durante la jornada pasábamos más rato hablando que otra cosa.
¿Cuándo se pone freno?
El propio cuerpo te pide frenar. Hay que tener muchísimas ganas para poder seguir el ritmo mucho rato. Yo creo que el deporte de competición extremo no es sano, El deporte en si, sí lo es, pero siempre sabiendo frenar.
Y a usted todavía no se lo ha pedido. Hay gente que prefiere irse de viaje, usted no.
Bueno yo también, se puede compaginar, aunque no sé de donde sacaría el tiempo, la verdad. Pero el cuerpo me pide seguir estando activo. Yo dije que hasta que el cuerpo aguante y de momento funciona.
